Durante el proceso electoral, cientos de personas recibieron una llamada o mensajes de texto para que votes por un candidato, ya sea senador, diputado e incluso presidente.
A través del aplicaciones como Whatsapp, llegaron mensajes de invitar a votar por cierto candidato de cierto partido, o te habla tu amigo y te invita a votar por él o ella.
Incluso, estos mensajes de propaganda electoral vienen con datos de la aplicación Rappi o del Servicio Electoral (Servel).
¿Cómo consiguieron los números?
Frente a esto, el director de incidencia y comunicaciones de la organización Derechos Digitales, Vladimir Garay, manifestó que “es difícil saber de dónde sacan la información, esto es solo especulación pero puede ser desde datos entregados en servicios públicos, datos entregados a empresas privadas. En general cualquier base de datos es susceptible a ser utilizada con otros fines distintos”.
Así también señaló que cualquier base de datos puede ser la fuente de una actividad como esa, precisamente porque no existen medidas que impidan que eso ocurra.
Actualmente, Chile posee la ley (19.628) sobre protección de la vida privada. En el artículo 1º se establece que “toda persona puede efectuar el tratamiento de datos personales, siempre que lo haga de manera concordante con esta ley y para finalidades permitidas por el ordenamiento jurídico. En todo caso deberá respetar el pleno ejercicio de los derechos fundamentales de los titulares de los datos y de las facultades que esta ley les reconoce”.
Pese a que existe esta normativa, Garay señaló que “esta ley sobre protección de datos de carácter personal es muy antigua (1999), es muy mala, literalmente una legislación del siglo pasado”.
La última modificación que se le realizó fue en febrero de 2020, con el objeto de prohibir que se informe sobre las deudas contraídas para financiar la educación en cualquiera de sus niveles.
“No da cuenta de todos los cambios que ha habido en las maneras en las cuales la información se transmite, sino también de la relevancia que tienen ciertos datos, precisamente cuestiones como estas”, dijo el director de comunicaciones.
Invasión a la privacidad
“La gente debiese hacer valer su derecho a la protección de sus datos personales, y es una mala señal que gente que está postulando a cargos de elección popular utilice prácticas como esas para poder llegar a su mensaje”, fustigó Garay.
Asimismo, el experto dijo que “es una invasión a la privacidad y a la intimidad, que tiene que ver con que la ley es del año 99′, y que no considera necesariamente la relación estrecha e íntima con la tecnología”.
“En ese sentido WhatsApp es una tecnología que utilizamos para comunicarnos con nuestra familia, con nuestro seres queridos, con nuestras parejas, con nuestro amigos, y que de repente ese espacio sea invadido por una propaganda electoral, que además no ha sido buscada, ahí hay una invasión a un espacio digital que es íntimo”, concluyó el director de incidencias de Derechos Digitales.