Por Monserratt Alfaro
Puede que alguna vez te haya pasado que estás con tu pareja o con personas a las que amas y de repente te entran unas ganas inexplicables de morderlos o incluso apretarlos producto de la inmensa ternura que te generan.
Aunque no lo creas, no son pocos los que experimentan la misma sensación.
En #EsHoy te contaremos la razón de esta conducta y así puedas explicarle a las demás personas el porqué lo haces, o saber porqué lo hacen contigo.
Morder como respuesta a la ternura
Según los resultados de un estudio realizado por la Universidad de Yale, publicado en el periódico científico Association for Psychological Science y liderado por dos psicólogas egresadas de la misma institución, Rebecca Dyery y Oriana Aragón, es totalmente normal que las personas sintamos impulsos agresivos como respuesta a la presencia de algo tierno o que se considere lindo.
Las autoras denominaron a esta acción como “agresión tierna”.
Para examinar este compartimiento se realizaron un par de experimentos sociales. Uno de ellos se llevó a cabo agrupando a más de 100 personas, donde cada una de ellas debía someterse a la tarea de ver distintas imágenes de animales haciendo cosas tiernas, divertidas y otros en un estado más bien neutral.
Los animales considerados como “divertidos” eran en mayor parte, cachorros torpes que sufrían caídas o les sucedía algo gracioso. Por otro lado los “neutros” estaban relacionados con fotografías de perros longevos y con un aspecto antipático. Finalmente los animales “tiernos” eran cachorros con “puppy eyes” (ojos de cachorro).
Resultados del experimento
Para poder valorar los resultados del experimento se les pidió que calificaran cada imagen previamente vista según su nivel de ternura o la pérdida de control que les generó.
Las personas evaluadas utilizaron frases como: “No puedo soportarlo” “Quiero apretarlo”.
Tras haber finalizado el estudio, se demostró que aún cuando las imágenes le provocaron a los sujetos de estudio una sensación positiva, eran las denominadas como “tiernas” las que provocaron en ellos un mayor nivel de pérdida de control.
¿Cuál es la explicación?
Las investigadoras revelaron que este ataque de agresividad, cuando existe la presencia de un gesto o acto que provoque ternura, generalmente es inofensivo.
Según las expertas, esta reacción puede deberse a una expresión a la que nuestro cerebro recurre para lidiar con las emociones positivas intensas. De este modo, da paso a una reacción “negativa” que consigue regular esa sensación extrema.
Eso quiere decir, que es una forma para mantener a nuestro cerebro equilibrado y así liberar esa energía, que podría ser incluso, determinada como ansiedad.
Oriana Aragón, quien lideró esta investigación, afirmó que todas estas reacciones tienen que ver con restablecer el equilibrio emocional. En sus propias palabras “esta ‘agresión tierna’ tiene lugar cuando las personas se ven abrumadas con emociones positivas fuertes, y el morder o apretar, puede ser una forma de recuperarse mejor de estos impactos“.
Así que ya lo sabes, si a veces tienes ganas de apretar a tu perrito por la ternura que te genera, o morder a tu pareja porque lo quieres mucho, no te preocupes, es solo tu cerebro intentando regular tanto amor y ternura.