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Tragedia y milagro en la mina Flor de Té: A 61 años del dramático rescate de siete mineros en Andacollo

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Tragedia y milagro en la mina Flor de Té: A 61 años del dramático rescate de siete mineros en Andacollo

La historia minera de Chile ha estado marcada por episodios de sacrificio, tragedia y milagros. Uno de ellos se vivió en febrero de 1964 en la comuna de Andacollo, donde siete mineros quedaron atrapados bajo toneladas de escombros en la mina Flor de Té, en el sector de Churrumata. La angustia se apoderó de sus familias y vecinos, quienes imploraron un milagro a la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad.

La jornada del 19 de febrero transcurría con normalidad cuando, a eso de las 14:45 horas, un estruendoso ruido alertó a la comunidad. El cerro se hundió y sepultó a Juan Rodríguez Cortés, Fernando Castillo, Víctor Castillo, Alfredo Román Polanco, Orlando Flores, Américo Méndez y Norberto Castillo, quienes llevaban menos de dos horas extrayendo mineral a 35 metros de profundidad.

Mientras tanto, en la superficie, la noticia del derrumbe fue el tema de conversación de los vecinos de Andacollo. Inmediatamente, se organizaron cuadrillas de rescate conformadas por familiares, mineros experimentados, personal de Enami y autoridades locales. Durante tres días, trabajaron incansablemente en condiciones adversas, sin saber si los atrapados aún estaban con vida.

El 22 de febrero, los primeros signos de esperanza: Juan Rodríguez Cortés y Alfredo Román Polanco fueron rescatados con vida. Para los otros cinco, la incertidumbre continuaba, pero la fe de los andacollinos no flaqueaba. A través de mangueras, se les suministró alimentos y agua, además de permitirles comunicarse con el exterior. Cada golpe recibido desde las profundidades era interpretado como una súplica de auxilio y un llamado a no rendirse.

Finalmente, el 25 de febrero, tras una última tronadura que despejó el acceso al refugio improvisado donde resistían los cinco mineros restantes, los rescatistas lograron llegar hasta ellos. Con la comunidad expectante y las miradas al cielo en agradecimiento, Fernando Castillo, Víctor Castillo, Orlando Flores, Américo Méndez y Norberto Castillo emergieron de las entrañas de la tierra, después de seis días de encierro.

Con el paso del tiempo, la historia de la mina Flor de Té sigue siendo un testimonio de la valentía y la fe de los mineros chilenos, quienes cada día descienden a las profundidades con la esperanza de encontrar fortuna, pero también con la certeza de que la madre tierra, en cualquier momento, puede ponerlos a prueba.

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