La Región de Coquimbo vivió una madrugada agitada este lunes debido a una serie de movimientos telúricos que alertaron a sus habitantes. Todo comenzó a las 2:40 de la madrugada con un sismo de magnitud 5.7 que despertó a los norteños. Según el Centro Sismológico Nacional, el epicentro se ubicó a 57 kilómetros al norte de Tongoy, con una profundidad de 37 kilómetros.
Aunque este primer evento fue el más intenso, las réplicas no tardaron en llegar. Horas más tarde, a las 6:58, otro movimiento de magnitud 5.0 se registró a 16 kilómetros de La Higuera, más al norte, con una profundidad de 51 kilómetros.
Ante esta seguidilla de sismos, la población se pregunta si podría ser la antesala de un terremoto mayor. Sin embargo, los expertos descartan esa posibilidad.
Luis Donoso, profesor de Geofísica Aplicada de la Universidad del Desarrollo, explicó a La Tercera que los movimientos registrados en Tongoy y sus alrededores corresponden a la interacción entre las placas de Nazca y Sudamericana. “Fue una muy pequeña fractura, cuya expresión mayor fue el sismo magnitud 5.7 en la zona más superficial, cercana al contacto de las placas”, indicó el experto.
Donoso señaló que este tipo de eventos son normales en la región y aclaró que se trata de un sismo interplaca, caracterizado por una sucesión de réplicas posteriores al movimiento principal.
“Para tranquilidad de muchos, no son precursores de ningún sismo más fuerte. No hay ningún indicador, desde el punto de vista de la sismicidad, que pudiera decir que esto es un precursor como tal”, enfatizó.
¿Un futuro terremoto?
El académico recordó que en 2015 la región vivió un gran sismo y que actualmente los movimientos telúricos más intensos suelen originarse en la parte norte de esa ruptura. Sin embargo, descartó que los sismos recientes en la Región de Coquimbo sean señales de un terremoto inminente.
“Hoy en día es imposible predecir con certeza un gran sismo. En ciencia, tenemos un límite claro: podemos estimar dónde y de qué tamaño podría ocurrir, pero el cuándo tiene un margen de error de entre 10 y 30 años”, explicó.
Pese a ello, advirtió que existe una “laguna sísmica” en la zona de Atacama, un sector históricamente propenso a grandes movimientos. ¿Cuándo va a ocurrir? Es imposible establecerlo. Puede ser ahora, en 10 minutos más o en 20 años más”, añadió.
Un llamado a la tranquilidad
Donoso llamó a la calma y subrayó que la actividad sísmica reciente en Coquimbo es parte de la dinámica natural de las placas tectónicas en Chile. Aunque la percepción de múltiples sismos en corto tiempo puede generar incertidumbre, no hay evidencia científica que indique que sean una señal de peligro mayor.
“Lo importante es estar preparados y siempre mantener las medidas básicas de seguridad, porque vivimos en un país sísmico, donde estos fenómenos son parte de nuestra realidad”, concluyó.