El «ghosting» se ha transformado en un fenómeno común asociado a las relaciones románticas, pero también tiene un impacto silencioso en el ámbito de la amistad. Más allá de los vínculos superficiales, esta práctica –donde una persona corta abruptamente la comunicación sin explicaciones– se ha infiltrado en relaciones profundas, dejando a su paso confusión, dolor y una sensación de abandono.
En una sociedad hiperconectada, donde las redes sociales permiten tanto mantener como romper vínculos con un clic, el fantasma se ha normalizado. Catalina Sepúlveda Sáez, psicóloga clínica y fundadora de psicologíacompartida.com , analiza este fenómeno, revelando sus causas, consecuencias y posibles formas de afrontarlo.
Según Sepúlveda, «algunas personas hacen ghosting a otras porque quieren evitar la confrontación y el malestar emocional relacionado a sostener una conversación honesta y ‘ghostear’ puede ser una manera fácil de terminar la relación sin tener que lidiar con los sentimientos o reacciones de la otra persona si comunican sus razones para alejarse. La comunicación es una habilidad que muchas personas no tienen, y puede ser que quien decide desaparecer no tiene las herramientas para expresar sus sentimientos o razones para terminar la amistad».
En ocasiones el Ghosting también puede reflejar falta de empatía o escasa inteligencia emocional, es decir, la persona no sabe cómo expresar sus sentimientos o necesidades, o no le interesa el bienestar de la otra.
Por otra parte, «hay quienes creen que la persona a la que se le hace el Ghosting sabe el motivo por el que ya no están en contacto. Creen que la persona sabe que hizo algo que molestó o que faltó el respeto.
El impacto emocional del ghosting en la amistad
El ghosting no es una pérdida menor. La profesional de Psicología Compartida sostiene que «todos necesitamos comprender nuestro mundo y lo que sucede en él; si alguien se aleja sin explicación, esa necesidad se intensifica, y habrá una tendencia por parte de la persona ‘ghosteada’ a llenar esa falta de información con creencias sobre sí misma, que por lo general van a ser negativas, asumiendo la responsabilidad de lo que le ha sucedido y al mismo tiempo lidiando con el dolor del rechazo».
En ese sentido, el Ghosting puede reactivar experiencias antiguas de abandono y rechazo, haciendo que algunas creencias preexistentes se fortalezcan. Además, este tipo de ruptura puede sembrar la desconfianza en futuras relaciones, dificultando la apertura hacia nuevas amistades.
Asimismo, la especialista apunta que «en el ghosting, hay cuatro necesidades humanas fundamentales que se ven amenazadas: la necesidad de pertenencia, el sentido de existencia significativa (tener la certeza que tenemos un lugar en el mundo y que ese lugar es significativo), el sentido de control y la necesidad de autoestima». También advierte que «sin apoyo, el ghosting puede afectar la salud mental, dado el impacto potencial que genera la falta de un cierre. Por eso, siempre va a ser mucho más amable tener la conversación y generar una despedida por muy incómoda que sea».
Cómo lidiar con el ghosting en la amistad
Para quienes han sido «ghosteados», Sepúlveda recomienda:
• Recordar que las acciones de los demás no son un reflejo de tu autoestima; puede haber muchas razones por las que alguien elige desaparecer, y no necesariamente tiene que ver con tu forma de ser.
• Es normal que duela. La amistad tiene un papel muy importante en nuestra vida. En general es difícil aceptar que una amistad terminó (así abruptamente). Permítete sentir el dolor y las emociones por lo que sucedió. El simple hecho de nombrar los sentimientos sin intentar cambiarlos o alejarlos puede promover la calma.
• Intenta hacer un cierre. Los cierres son necesarios cuando algo termina (aunque no lo hayas elegido), y es importante que cualquier persona que haya sido víctima de ghosting tenga cree su propio cierre a través de estrategias prácticas que te ayuden a vivir el duelo.
• Escribe una carta de despedida. Es una misiva para ti (no se debe enviar). Escribir suele ser un espacio seguro para expresar emociones y pensamientos. Es mejor si se escribe a mano, es bueno finalizar resumiendo tus características positivas y tu valor personal.
Intenta no contactar a la persona. Esto evitará sentimientos de rechazo cuando nuevamente no responda.
•Evita mirar publicaciones de la persona que hizo Ghosting en las redes sociales.
• Comparte lo que sientes. Hablar de tu experiencia con un amigo de confianza o un profesional puede ayudarte a ganar perspectiva, sentirte comprendido y recibir el apoyo que necesitas.
Cuando NO es ghosting
Sepúlveda aclara que no toda desconexión abrupta es ghosting. “Alejar tras una conversación sobre el término de la amistad o distanciarse mutuamente con el tiempo no se considera fantasma. Tampoco lo es tomar distancia de alguien que dañó tus límites o valores”.
En un mundo donde predominan las interacciones virtuales, aprender a enfrentar el final de las relaciones de forma honesta y empática se vuelve esencial. Las amistades profundas merecen un cierre digno, no un silencioso adiós.