Aunque muchos lo vean como una simple locura, lo cierto es que la Región de Coquimbo está llena de relatos paranormales, los que incluso inspiran a diversos programas de televisión como, por ejemplo, El día menos Pensado.
En la temporada del 2022 del espacio conducido por Carlos Pinto llevaron a la pantalla las historias de “La monja sin cabeza” y “La Pasajera”, ambas pertenecientes al libro “Historias, ni tan secretas, de Ovalle” de Gabriel Canihuante y Tatiana Cortés y que rescata mitos, leyendas y otros relatos orales de “La Perla del Limarí”.
El capítulo “La Pasajera” está inspirado en el relato, “La Pensión de Tangue” y en #EsHoy te traemos un resumen.
Espíritu que ronda por los pasillos
Hace un cuarto de siglo una familia se trasladó hasta Ovalle y decidió alojar en una casa enorme de la calle Tangue que funcionaba como pensión.
Una noche cualquiera, la mujer agobiada por sus preocupaciones no lograba conciliar el sueño, por lo que decidió levantarse en plena oscuridad. A los minutos, en un pasillo pudo ver entre las sombras una silueta, aunque no pudo distinguir si era un hombre o una mujer, pero se trataba sin duda alguna de una persona.
Según indica el texto, la huésped siguió en silencio y pudo darse cuenta que esa silueta se acercaba y se alejaba, pero no lograba identificar nada más porque estaba muy oscuro y ella no se atrevía a encender una luz.
Las noches siguientes ella seguía sin poder dormir y nuevamente decidió recorrer los pasillos de la pensión, en esta ocasión escuchó voces, risas y ruidos extraños, como si se tratase de una casa de juegos y además percibió otros ruidos como si se tratase de una pelea y la silueta se veía más activa que nunca, alejándose y acercándose.
Su molestia y curiosidad la llevó a conversar con la dueña del recinto, quien le confesó que en aquella residencial anteriormente había funcionado como prostíbulo y que allí alguna vez habían ocurrido dos asesinatos en una misma noche de juerga.
Un minero y un agricultor se enfrentaron por una mujer muy hermosa, llamada Palmenia, que siempre se robaba todas las miradas en el burdel. Una noche los hombres sacaron sus cuchillos e iniciaron una pelea, en la que ambos al mismo tiempo se ensartaron sus armas en pleno estómago, luego cayeron de rodillas y finalmente tumbados al suelo.
De acuerdo al relato popular y al libro citado, esos muertos que en vano pelearon a muerte por esa mujer hermosa, son los que vuelven de vez en cuando a este lugar, se turnan para penar con la esperanza de ver a su rubia predilecta.