Por: Javiera Paredes Valle, Interna de Nutrición y Dietética, Universidad Católica del Norte
La lactancia materna no solo proporciona los nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo del bebé, sino que también ofrece una serie de beneficios que trascienden el primer año de vida, desde la protección contra enfermedades hasta un impacto favorable en el desarrollo cognitivo.
Reconocida globalmente por sus beneficios inigualables tanto para el bebé como para la madre, la lactancia materna es el alimento ideal para el recién nacido, adaptándose a sus necesidades nutricionales en cada etapa de su desarrollo. Contiene una combinación única de proteínas, grasas, vitaminas y minerales esenciales que son fácilmente digeribles y perfectas para el crecimiento del bebé.
Uno de los aspectos más destacados de la lactancia materna es su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico del lactante. Según un estudio publicado en el Journal of Pediatrics , los bebés amamantados tienen un menor riesgo de desarrollar infecciones respiratorias, gastrointestinales y alergias, en comparación con aquellos que no reciben lactancia materna exclusiva. Esto se debe a los anticuerpos y factores inmunológicos presentes en la leche materna, que ayudan a prevenir enfermedades y promover una recuperación más rápida cuando estas ocurren. Además, la lactancia materna se ha asociado con un menor riesgo de obesidad y diabetes tipo 2 en etapas posteriores de la vida, debido a que ayuda a establecer un patrón de alimentación saludable y regular el metabolismo del bebé desde una edad temprana.
Además de los beneficios para el bebé, la lactancia materna también presenta ventajas para las madres. La Organización Mundial de la Salud destaca la reducción del riesgo de cáncer de mama y ovario, así como una recuperación más rápida después del parto, ya que promueve la contracción del útero y reduce el riesgo de hemorragias posparto.
El apoyo a la lactancia materna, mediante políticas públicas y programas de educación, es esencial para maximizar estos beneficios. Las organizaciones de salud y las familias deben trabajar juntas para promover y facilitar esta práctica.
La lactancia materna ofrece numerosos beneficios tanto a corto como a largo plazo. Desde la protección inmunológica y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas hasta el apoyo a la salud materna y el fortalecimiento del vínculo afectivo, amamantar es una inversión en el bienestar futuro del bebé. ¡Promover y apoyar la lactancia materna es esencial para asegurar que todos los bebés puedan disfrutar de estos valiosos beneficios!
