El afrobeat es un género musical que sigue evolucionando con cada generación de artistas que lo reinventan y fusionan con otros estilos. Emiliana de Souza, es un ejemplo destacado de esta innovación, ya que en sus canciones combina las raíces del género tradicional africano con ritmos contemporáneos, creando una expresión musical única.
Aunque nacida en Santiago, la cantante se identifica plenamente como coquimbana, pues ha residido en la comuna desde antes de cumplir un año. Esta conexión con la localidad ha sido fundamental en la formación de su identidad y en el inicio de su carrera musical, la cual está entrelazada con su historia familiar.
Una carrera impulsada por la familia
El proyecto musical de Emiliana comenzó oficialmente entre 2020 y 2021, en un contexto desafiante, pero lleno de oportunidades para descubrirse a sí misma. “La música siempre ha sido parte de mi vida”, manifiesta, recordando a su padre, un músico brasileño que le transmitió el amor por los ritmos y melodías que ahora se fusionan en su trabajo. Sin embargo, fue el apoyo del padre de su hija, un productor musical, lo que le dio el impulso necesario para finalmente convertir su talento en una carrera musical. «Nunca la había abordado como un proyecto o una disciplina hasta ese momento», confiesa.
Su música es una mezcla de sonidos, un crisol de influencias que van desde el afrobeat, un género nacido en Nigeria en los años 70, cuyo mayor exponente es Fela Kuti, hasta estilos más contemporáneos como el funk, el soul y la música brasileña. Este viaje de autodescubrimiento ha sido clave para la cantante, quien encontró en la fusión de géneros su forma más auténtica de expresión. “Lo que hace único a mi estilo de música tiene que ver con lo que te hace sentir: Las frecuencias, la vibración; lo que genera en tus sentidos”.
La identidad a través de la música
De Souza también utiliza su música como una plataforma para explorar temas como el autodescubrimiento y la aceptación. Cada letra expresa su camino personal y su búsqueda por comprender y aceptar sus raíces afrodescendientes, chilenas y coquimbanas. “No quiero hacer música que no me inspire”, sostiene. “Quizás no es el camino más fácil, pero es uno que siento seguro y que me conecta con mis raíces, con mi identidad”.
Entre sus composiciones destaca Indómita, una canción que para la artista simboliza su carrera. Fue la primera que escribió junto a Carlos Ulloa, su productor, y representa el momento exacto en que decidió que su hogar, Coquimbo, sería el escenario donde comenzaría este capítulo de su vida artística. Esta obra, además, revela el retorno a casa tras un período de viajes, un proceso que la conectó con su esencia y le dio las herramientas para crear la música que siempre había soñado.
En este camino, de Souza fue finalista en el concurso “Coquimbo Tiene Talento”, una experiencia que ha aumentado la visibilidad de su trabajo y ha fortalecido su conexión con la comunidad local. Su participación la ha llenado de gratitud y de motivación para seguir trabajando y perseverando, “sobre todo para que Coquimbo sepa que existe una artista chilena afrodescendiente que está creando sonidos nuevos para relatar experiencias de vida, relacionadas con todo el camino de esta búsqueda de identidad”, expresa.
La artista invita tanto a sus seguidores como a quienes aún no han escuchado su música a dejarse llevar por esta exploración sonora: “ábranse a la posibilidad de escuchar música que está hecha desde el corazón, que también busca representar a todas las personas que somos parte de esta afrodescendencia en Coquimbo, en Chile, y en el mundo entero. Hay mucho por decir, mucho por entregar y mucho por cantar”.
Por: Estefanía Donders