Su principal objetivo es reducir el estrés inicial experimentado en situaciones de emergencia como desastres naturales, accidentes e incluso en crisis suicidas, y pueden aplicarlos tanto profesionales de la salud como personas capacitadas en la materia.

Cuando ocurren situaciones de emergencia, lo usual es que las personas se comuniquen con Bomberos y Carabineros o acudan a servicios de salud para constatar lesiones físicas y acceder de forma eficaz a tratamiento.  

En estos escenarios, también ocuparse de la salud mental relevante a través de herramientas como los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) que ayudan a contener crisis y devolver la estabilidad a los afectados. En palabras del psicólogo clínico y académico de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián (USS), Javier Aguilera, los “primeros auxilios psicológicos se tratan de intervenciones tempranas y ayudas que se le da a una persona que ha experimentado un evento traumático o alguna situación que haya provocado alteración emocional”.

Este tipo de intervenciones se realizan en contextos de desastres naturales, accidentes automovilísticos e incluso en crisis suicidas y su principal objetivo es “reducir el estrés inicial y también intentar explicar a las personas cómo afrontar adaptativamente estas situaciones. Los PAP tienen principios básicos para aplicarse, como lo son el respeto, la preocupación por el otro y la escucha activa, por lo que dependiendo de a quién se le entreguen, tienen que considerarse factores como el lenguaje y la edad”, explica el psicólogo USS.

Los PAP pueden ser entregados por profesionales de salud mental como psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales o terapeutas ocupacionales que cuenten con la capacitación adecuada, debido a que también es importante revisar la situación emocional individual para poder ayudar a otros, además de entender el contexto del interlocutor, ya que no es “lo mismo hablar con un niño, un adulto mayor, una persona en situación de discapacidad o una persona adulta en un estado de shock o durante un episodio psicótico”, comenta Aguilera.

Sobre este punto, y a nivel de recomendación para la población general, el psicólogo USS enfatiza en que “es importante revisar mi propio estado emocional. Por ejemplo, en general no es bueno que la misma persona que sufre un trauma pueda ayudar a otro, sino que alguien externo. Lo primero es estar tranquilo, lo segundo tener alguna capacitación, ya que no es solamente el gesto de ayudar a otro, hay que tener cierta habilidad en cuanto al manejo personal para así darle la seguridad al otro de que el entorno estará tranquilo”.

La aplicación de Primeros Auxilios Psicológicos se debe complementar con seguimiento profesional y apoyo social. Además, se recomienda mantener un estilo de vida saludable con espacio para el auto cuidado para así reforzar la ayuda inicial y superar por completo el trauma, esto porque las técnicas utilizadas durante la intervención cumplen con entregar calma y aliviar el estrés en el momento, pero la respuesta a largo plazo se debe trabajar.