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Asma: Una enfermedad común que puede pasar desapercibida

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Asma: Una enfermedad común que puede pasar desapercibida

El asma, una enfermedad que provoca inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, afecta a millones de personas en todo el mundo. Si bien su diagnóstico es esencial para manejarla adecuadamente y llevar una vida normal, muchos no son conscientes de padecer esta afección hasta que experimentan una crisis. Pero, ¿cuáles son los signos de alerta? ¿Cómo saber si uno tiene asma?

Magdalena Galarce, médica de servicios clínicos y farmacéuticos de Farmacias Ahumada, nos proporciona algunas claves. Según Galarce, los síntomas del asma pueden variar considerablemente entre individuos. Algunas personas solo presentan síntomas en situaciones específicas, como al practicar deporte, mientras que otras los experimentan de forma continua. «Muchos adultos se sorprenden al ser diagnosticados, ya que se tiende a pensar que es una enfermedad que se identifica en la infancia, pero no siempre es así», explica.

Factores Desencadenantes y Diagnóstico

El frío, la contaminación ambiental, el polvo, los ácaros y los virus respiratorios son desencadenantes comunes de las crisis asmáticas. La Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias estima que entre un 7% y un 10% de la población chilena padece asma, y la última Encuesta Nacional de Salud la coloca como la sexta enfermedad más frecuente en el país. Dada su prevalencia, es crucial diagnosticarla para recibir el tratamiento adecuado, que varía según la edad y la severidad de los síntomas.

Galarce señala que el diagnóstico se basa en la observación de síntomas como las sibilancias, un sonido silbante durante la respiración, y la realización de pruebas de función pulmonar como la espirometría. Estas pruebas pueden iniciarse a partir de los tres años en niños. La detección temprana y el manejo adecuado pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.

Origen y Tipos de Asma

El asma tiene un origen multifactorial. Puede ser hereditaria o desencadenada por factores ambientales, incluyendo la exposición al humo del cigarro durante el embarazo y las infecciones virales en los primeros meses de vida. Además, las alergias pueden provocar una inflamación crónica de las vías aéreas y una hiperreactividad bronquial.

Existen tres tipos principales de asma, según la historia natural de la enfermedad: el asma temprana transitoria, el asma no atópica y el asma asociada atópica. El asma temprana transitoria aparece a una edad temprana con sibilancias y episodios de resfríos prolongados, y suele desaparecer a los tres años. El asma no atópica se caracteriza por sibilancias inducidas por virus durante los primeros años de vida, mientras que el asma atópica está relacionada con antecedentes familiares de atopía y una sensibilización temprana a alérgenos.

Asma en Adultos y Riesgos

El asma también puede manifestarse en la edad adulta, aunque sus síntomas iniciales pueden ser más sutiles. Esto puede llevar a que los pacientes no reconozcan su condición y que algunos médicos no consideren el asma como una causa posible de tos crónica. Sin embargo, es vital tratar el asma lo antes posible para evitar complicaciones severas. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), alrededor de 3.600 personas mueren al año por asma, la mayoría de ellas mayores de 65 años.

Vivir con Asma

A pesar de que el asma no tiene cura, un tratamiento adecuado permite a los pacientes llevar una vida completamente normal, incluyendo la práctica de actividad física. Galarce enfatiza la importancia de consultar a un médico en caso de sibilancias, tos crónica, sensación de opresión en el pecho o bronquitis recurrentes. Detectar y tratar el asma a tiempo es esencial para manejar esta enfermedad crónica y evitar riesgos mayores.

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