En el mundo de las redes sociales, donde los corazones rotos y las historias de amor se entrelazan en un constante flujo de publicaciones, surge una nueva práctica virtual que está captando la atención de muchos: el «orbiting». Pero, ¿qué es exactamente?
Imagina la desconcertante sensación de ver que la misma persona que desapareció de tu vida sigue ahí, observando silenciosamente desde las sombras de las redes sociales. Podrías notar cómo siguen viendo cada una de tus historias en Instagram, retuiteando tus comentarios en Twitter e incluso dejando algún que otro comentario trivial en tus fotos.
Todo esto, sin embargo, ocurre mientras continúan ignorando tus mensajes directos o personales en las mismas plataformas. Esta extraña y persistente actividad puede prolongarse durante meses, incluso años, creando una sensación de incomodidad y confusión que desafía cualquier intento de comprensión clara de la situación.
Entonces, ¿Por qué lo hacen?
Expertos en relaciones sugieren que el «orbiting» podría ser una manifestación de la dificultad contemporánea para establecer límites claros en las interacciones sociales en línea. Además, puede revelar la necesidad de atención y validación que muchas personas buscan obtener a través de las redes sociales, incluso después de una ruptura amorosa.
Persia Lawson, experta en relaciones personales, dijo a la BBC que muchos lo hacen para mantener abiertas sus opciones. «Se trata de tener un pie adentro y el otro pie afuera», explicó. «Es una manera de mostrarte, ‘Mira, todavía estoy aquí’, sin tener que estar dentro de una relación (…) Mantienen la comunicación un tris abierta en caso de que decidan que quieran retomarla otra vez».
Estrategias para superar la confusión y avanzar
Algunas personas se obsesionan con los «orbiters», llegando incluso a analizar meticulosamente sus propias historias en Instagram en un intento de descifrar por qué la otra persona las ha estado observando.
«¿Cómo podrías tener una relación con esta persona? Literalmente te está dando migajas», señala Lawson. En lugar de caer en la trampa de la obsesión, la especialista recomienda pulsar el botón de bloquear y seguir adelante sin mirar atrás. «No te permitas caer en eso», aconseja. «Si te hacen obsesionar y perder la cordura, bloquéalos. No pierdas el tiempo, encontrarás a otras personas que realmente quieren compartir tiempo contigo».