El narcisismo abarca diferentes niveles de gravedad. Cuando nos referimos al extremo más severo del espectro, nos enfrentamos a individuos incapaces de amar de manera sana. Estas personas pueden recurrir a tácticas de manipulación como el gaslighting.
El narcisismo, un trastorno de personalidad caracterizado por un inflado sentido de autoimportancia y una constante búsqueda de admiración, plantea serios desafíos en las relaciones de pareja. Con su tendencia hacia la arrogancia, la manipulación y la falta de empatía, las personas narcisistas pueden poner en peligro la estabilidad emocional y la felicidad de sus parejas, generando un complejo panorama en el ámbito de la convivencia amorosa.
Aunque el diagnóstico preciso del Trastorno Narcisista de la Personalidad debe ser realizado por un profesional de salud mental, la psicóloga clínica Catalina Sepúlveda advierte que “es importante considerar que, como sucede con la mayoría de los problemas de personalidad, existen grados de gravedad e intensidad, ya que el narcisismo cae dentro de un espectro. Sin embargo, hay algunos elementos que en general se pueden considerar como signos reveladores de una pareja con rasgos narcisistas».
Señales para considerar
Reconocer las características del narcisismo en una relación puede ser el primer paso para proteger nuestra salud emocional y establecer límites saludables en nuestras interacciones interpersonales.
Catalina Sepúlveda, creadora del sitio especializado Psicología Compartida, explica que “al comienzo de la relación, en la “fase de idealización”, la persona puede parecer encantadora y atenta, colmándote de afecto y admiración. “Te pondrá en un pedestal y te hará sentir alguien muy importante de su mundo con la intención de atraerte, ilusionarte y crear un fuerte vínculo emocional”, apunta.
A medida que la relación progresa, los narcisistas comienzan a exigir atención de manera desproporcionada. A juicio de la psicóloga Erika López “las personas con rasgos narcisistas, comienzan a aislar a su pareja de su círculo social, manipulando a través de la demanda de atención y haciendo que su pareja se sienta culpable de prestarle ‘poca atención’. Así la víctima deja de dedicar tiempo a amigos, a la familia y a actividades personales”.
En esta misma línea, López relata que la persona narcisista “también recurre a comentarios despectivos sobre el círculo social de la víctima o fomenta la creencia de que sus amigos y familiares intentan dañarlos o separarlos”. En este sentido, Sepúlveda expone que “al aislarte de tu sistema de apoyo, el narcisista crea un entorno en el que te vuelves cada vez más dependiente de él para tu validación emocional y compañía. Quieren que creas que ellos son los únicos que realmente te entienden y se preocupan por ti”.
¿Qué papel juega la autoestima en la atracción hacia personas con rasgos narcisistas?
Los narcisistas tienen una tendencia a buscar como pareja a individuos altamente empáticos, complacientes y pasivos, quienes evitan el conflicto a toda costa. Esta dinámica puede generar dificultades para aquellos que se enamoran de ellos, quienes podrían encontrar dificultad para establecer límites o enfrentar la posibilidad de la soledad.
Erika López cuenta que los narcisistas «buscan emparejarse con personas cuyas características personales, sociales o físicas aumenten la admiración que los demás sienten hacia ellos, como si fueran un trofeo. El objetivo es exhibir su estatus y se nutren de esa atención y energía, solo para luego, cuando se agota, dejar a la víctima indefensa”.
Por su parte, la psicóloga Clínica, Catalina Sepúlveda, describe que “las relaciones con personas con rasgos de personalidad narcisista dañan la autoestima y el valor propio de sus parejas, quienes se pueden llegar convertir en víctimas del abuso, llegando a creer que son merecedoras del maltrato o que no encontrarán a alguien que las quiera y acepte tal cual son, y esto se refuerza con la tan conocida frase que aparece hasta en canciones románticas que dice ‘nadie te va a amar como yo’.
Cómo proteger tu bienestar emocional
Dejar una relación con un narcisista puede resultar sumamente desafiante debido al vínculo emocional que se desarrolla, incluso en medio de comportamientos de devaluación. Las víctimas pueden aferrarse a la esperanza de volver a la fase inicial de idealización.
No obstante, Sepúlveda recomienda que “al poner fin a la relación, se eviten las negociaciones y discusiones infructuosas. Es crucial tener en cuenta que las personas con rasgos narcisistas rara vez reconocen sus errores o se disculpan genuinamente. Por ello, cortar la comunicación y no brindar segundas oportunidades es la mejor opción”.
En consecuencia, la psicóloga Erika López enfatiza en la importancia de “buscar ayuda profesional y retomar también las redes de apoyo, ya que estos son factores protectores en el tránsito de este proceso. Verbalizar tus experiencias reduce la posibilidad de violencia, ya que el narcisista teme ser descubierto”.
Sobre la importancia de las terapias, Erika aclara que “el objetivo nunca será perpetuar ni normalizar las situaciones de violencia o daño que una persona narcisista causa en la relación. También es posible que la persona narcisista inicie un proceso terapéutico para trabajar en su capacidad empática con la pareja. Sin embargo, es difícil que estas personas logren reconocer sus actitudes problemáticas, ya que suelen considerarse a sí mismas como perfectas”.
En tanto, Catalina recuerda que “el autocuidado es clave. No normalices la violencia ni las manipulaciones emocionales. Ten en cuenta que los narcisistas suelen mostrar el amor de manera distorsionada. Además, considera que la violencia pasada es el mejor predictor de una conducta violenta futura. Evalúa si la relación es saludable para ti a largo plazo: si los impactos negativos superan a los positivos, es necesario encontrar formas de salir de la relación”.
Enfrentarse a una relación con rasgos narcisistas puede ser un desafío emocionalmente agotador, pero reconocer las señales y tomar medidas para proteger nuestro bienestar es esencial. Como concluyen las expertas consultadas, buscar ayuda profesional y fortalecer nuestras redes de apoyo son pasos cruciales en este proceso. Cortar la comunicación y establecer límites claros puede ser difícil, pero es necesario para preservar nuestra salud emocional.