En el vibrante panorama del rap chileno, donde la voz de los artistas se erige como un testimonio de las realidades sociales y las luchas cotidianas, surge una figura destacada: Ynney. Esta talentosa rapera, de nombre Yenny pero conocida por su seudónimo invertido, ha retornado con fuerza a los escenarios de la Región de Coquimbo después de un receso de ocho años.

En una entretenida entrevista con #EsHoy, Ynney comparte sus reflexiones sobre su regreso a la música, su esencia como artista y su visión del rol de las mujeres en la industria del hip-hop.

«Volver al mundo del rap fue un cambio brusco pero liberador», declara Ynney, cuya conexión con la cultura hip-hop se remonta a sus raíces más profundas. Para ella, este género musical es su hogar, un espacio donde puede expresarse con autenticidad sin perder su esencia.

¿Cómo fue volver al mundo del rap y a los escenarios luego de tu receso?

«Fue extraño, experimenté un cambio bastante abrupto pero muy liberador. Me sentí muy cómoda porque siempre he sentido que el mundo del rap es mi hogar. La cultura hip-hop es como mi lugar y me siento en casa, aunque siempre estoy aprendiendo de la gente que me quiere y a la que quiero, aquellos que ya han recorrido su camino en el mundo del hip-hop. Siempre mantengo una actitud de alumna, aspirando a más.

Volver fue como entrar a un mundo nuevo, pero nunca quise perder mi esencia. A pesar de sentir que siempre debes dar algo a cambio, lo más importante es no perder tu autenticidad ni olvidar de dónde vienes».

¿Cuál consideras que es tu esencia?

«Para mí, mi esencia se remonta al momento en que nací. Siento que está muy ligada al propósito de cada persona, a lo que uno aspira lograr. En mi caso, me identifico como una persona cautelosa, soñadora y de corazón. Estas características siempre han sido representativas de quién soy. Mi esencia radica en mi deseo constante de evolucionar, pero sin perder de vista mi verdadero ser ni mis experiencias vividas».

¿Qué mensaje quieres transmitir a tus seguidores sobre ti misma?

«Quiero transmitirles que soy una persona como todas, que pueden alcanzar sus metas y sueños si creen en sí mismos y toman acción. Si es necesario, hay que tener mucha fortaleza y esforzarse por lograrlo, ya que cuando uno tiene un propósito, siempre habrá obstáculos en el camino, pero es cuestión de decisión propia. Por eso, intento comunicarles que es posible sanar, ser libre, aunque sea un proceso largo y, a veces, doloroso, pero sí se puede».

¿Cuál es tu proceso creativo al trabajar en un tema?

«Por lo general, comienzo con una idea en mente, algo que quiero expresar. Luego, busco conceptos e ideas que se ajusten a esa idea para discutirlas con el beatmaker, o busco un ritmo que se adapte a lo que quiero transmitir. En general, los temas que ya he escrito surgen de una necesidad de expresión y suelen desarrollarse a lo largo de varios días, pero siempre son muy sanadores».

¿Cómo logras equilibrar tu carrera artística con la maternidad?

“De hecho ahora estoy buscando un equilibrio, ya saliendo de un completo caos, de querer hacer todo, desde la emoción, de querer estar, de querer transmitir.  En este ámbito estoy agradecida con mi compañero porque me ayuda a pensar, a planificar, a concretar proyectos.

Ser mamá y cantante al mismo tiempo ha sido muy esforzado, porque me ha tocado ensayar, ir a ensayo, a veces me ha tocado caminar con mis hijos y ellos estando conmigo. Siento que ya en algún momento quiero que ellos sientan que todo ese esfuerzo valió la pena y que ellos también puedan disfrutar también de esto. Yo sé que ellos están contentos por lo que hago, pero también quiero que vean que todo esfuerzo tiene su recompensa. Mostrando así a mis hijos que los sueños se cumplen tomando acción, siento que eso es para ellos una gran enseñanza de vida”.

¿Cuáles desafíos has enfrentado como mujer en la industria?

«Las dificultades que he enfrentado han sido más personales que relacionadas con mi género. Al principio, me costó desenvolverme en los escenarios porque proyectaba una imagen muy tímida. Con el tiempo, he ganado más confianza en mí misma, pero pagué el precio en su momento porque mucha gente me jodió con plata, siempre hay personas que tratan de aprovecharse de tu ingenuidad”.

Según tu experiencia, ¿cómo percibes la evolución del hip-hop a lo largo de los años en Chile?

«Siento que hemos abierto más la mente y hemos dejado de ser tan puristas. Hemos aprendido a crear sin límites, sin prejuicios, a experimentar con más frecuencia y a comprender que cada persona tiene su propia forma de hacer las cosas, y que esta no es criticable.

¿Consideras que hoy en día se valora más a las mujeres raperas?

«Para una mujer en el mundo del hip-hop, se requiere demostrar desde el principio que eres talentosa para ser validada por los hombres. Aunque creo que esta situación está cambiando de a poco. Hoy en día, hombres y mujeres somos más conscientes del machismo y el patriarcado, y estamos más abiertos a aprender de nuestros errores para evolucionar en el mundo del hip-hop.

Y en este contexto ¿cómo proyectas la escena?

Siento que el año 2024 será el año de las mujeres raperas. Estamos dejando atrás los prejuicios y tomando nuestras propias decisiones, comprendiendo que tenemos algo importante que decir. Las mujeres tenemos la capacidad de transmitir y contar historias de una manera única, con mayor sensibilidad y profundidad. Aunque los hombres han dominado este terreno durante mucho tiempo, nosotras estamos reclamando nuestro lugar con equidad».

Finalmente, antes de terminar con la entrevista, Ynney nos contó que tiene en mente un objetivo claro y ambicioso: llegar al escenario emblemático de La Pampilla de Coquimbo. «Con una propuesta renovadora y llena de esencia, busco ofrecer algo único que quede grabado en la memoria del público, dejando una huella en la historia del rap regional», manifestó.

Con determinación y pasión, está lista para enfrentar cualquier desafío que se presente en su camino, confiando en que el universo conspirará a su favor mientras se entrega por completo a la realización de su sueño.