En la era digital, donde la comunicación fluye a través de dispositivos electrónicos y redes sociales, ha surgido una práctica cada vez más común y dolorosa en el ámbito de las relaciones interpersonales: el «ghosting». Este término hace referencia a la repentina interrupción de la comunicación por parte de una persona hacia otra, sin previo aviso ni explicación, dejando a la otra parte en un estado de desconcierto y confusión.
El «ghosting» se ha convertido en una forma cobarde de finalizar una relación, ya sea de amistad, romántica o laboral. En lugar de enfrentar una conversación incómoda o confrontar los problemas existentes, una de las partes simplemente desaparece, evitando cualquier tipo de confrontación o responsabilidad.
¿Cuáles son las causas que detonan este comportamiento?
En conversación con #EsHoy, la psicóloga clínica, Fernanda Moreno Urrutia, sostiene que “el mundo que nos rodea permite marcharse de la vida de otra persona con mayor facilidad”. De esta manera, la profesional destaca que la práctica de ghosting puede tener múltiples motivos para efectuarse, “el temor a enfrentar situaciones conflictivas, el narcisismo, la manipulación emocional o la posición de tener que dar el cierre final a un vínculo, son las razones más habituales”, menciona.
A su vez, Fernanda indica que “este método repercute en la salud mental de una persona, pues se puede transformar en una vivencia bastante potente y dolorosa. Por ende, es una experiencia que afecta a la seguridad en sí mismo o misma, pudiendo generar cuadros de ansiedad en los que surgen constantes cuestionamientos como, ¿hice algo mal?, ¿dije algo?, ¿hay algo malo en mí? Llegando a producir, incluso, un sentimiento de abandono que impacta directamente en la autoestima”.
Tipos de Ghosting: Más allá de la desaparición repentina
El ghosting adopta diversas formas, pero todas comparten el mismo impacto emocional en la persona afectada. Reconocer estos tipos de ghosting puede ayudar a las personas a comprender mejor sus experiencias y afrontar la situación con mayor claridad y fortaleza emocional.
Cloaking:
El «cloaking» va más allá del simple acto de desaparecer. En este caso, la persona se asegura de que no puedas contactarla bloqueándote en todos los canales posibles, desde redes sociales hasta aplicaciones de mensajería. No deja ni una sola vía por la que puedas intentar comunicarte, haciendo que la ruptura sea aún más abrupta y dolorosa.
Caspering:
Inspirado en el fantasma animado Casper, el «caspering» implica un ghosting progresivo. La persona afectada nota un cambio en la actitud de su pareja, como respuestas breves a los mensajes, dejándolos en visto o evadiendo preguntas directas sobre el estado de la relación. A menudo, se excusan con razones como el trabajo o la falta de tiempo, pero al final desaparecen sin dar una explicación clara.
Ghosting intermitente o zombieing:
Este tipo de ghosting implica una desaparición seguida de un retorno repentino, como si nada hubiera pasado. La persona que hace ghosting reaparece después de semanas o meses sin explicación ni disculpa, utilizando excusas como problemas emocionales o laborales. Esta conducta, conocida como «zombieing», suele corresponder a individuos con rasgos narcisistas que buscan alimentar su ego sin tener un interés genuino en la otra persona.
Orbiting o haunting:
En este tipo de ghosting, la persona desaparece sin explicación pero continúa interactuando en las redes sociales de la otra parte. Aunque ve tus historias de Instagram o da «likes» a tus fotos, evita comunicarse directamente contigo. Esta conducta, conocida como «orbiting» o «haunting», puede generar confusión y mantener viva la esperanza de una reconciliación, aunque la comunicación real nunca se retome.
¿Cómo afrontar el ghosting?
“Dado que las personas crecen a un ritmo personal, hay que ser conscientes de que la capacidad de enfrentar y tomar responsabilidad ante diferentes conflictos depende de la etapa o desarrollo propio en el que nos situemos”, puntualiza la psicóloga, Makole Alcayaga.
No obstante, Alcayaga recalca la necesidad de responsabilidad afectiva al momento de establecer un vínculo con otros individuos, vale decir, “promover una buena comunicación en donde se establezcan límites y se tome consciencia de los deseos propios y ajenos”, sugiere la profesional.
Sumado a esto, Makole plantea que “se puede hacer frente al ghosting generando espacios de amor propio en los que se pueda trabajar en la seguridad y autoestima. Así, se podrá lograr la autoaceptación reconociendo el valor que se posee como persona, evitando caer en cuestionamientos equívocos”.
Por tanto, tal como menciona Alcayaga, “cada vínculo que se establece con algún individuo requiere de autoconciencia, empatía y responsabilidad afectiva. La ausencia de esta última, puede conducir a dificultades comunicacionales entre ambas partes o, también, ocasionar problemas como ansiedad, un golpe a la autoestima o, inclusive, cambios psicofisiológicos en la persona, los cuales se deben tratar con un profesional del área de la salud mental”.