Durante los últimos años, las redes sociales han revolucionado la tendencia del “skincare”, o cuidado facial. Muchas personas han adoptado una rutina facial con una gran cantidad de cosméticos, pero es crucial tener en cuenta que estos no sean los mismos durante toda la época del año, ya que dependiendo las condiciones meteorológicas la piel tiene distintas necesidades.
Las temperaturas elevadas y el calor son un factor clave en los cambios que experimenta nuestra piel. Al estar más expuesta al sol, debemos tomar más precauciones para cuidar nuestro rostro y evitar el fotoenvejecimiento y la resequedad.
La dermatóloga de la Clínica Alemana, Francisca Daza, destaca la importancia del protector solar en la rutina de verano. Según menciona que “es lo más importante porque la radiación UV es responsable de un 80% de envejecimiento cutáneo”. En el mercado, existe una amplia variedad de protectores solares, en distintos formatos, que se adaptan a las diferentes edades y necesidades del rostro. Daza subraya que “lo ideal es que sea Spf 50 y de amplio espectro”.
Otro cambio significativo es el uso de crema hidratante. Mientras que en invierno su uso se recomienda para combatir la resequedad atribuida al frío y viento, en verano se necesita mantener la piel lo más ligera posible, pues tendrás que lidiar con el calor y el sudor. De esta forma, se recomienda una hidratación más ligera y controlada, a través de un gel o loción hidratante.
El orden a seguir en tu rutina facial
Respecto al orden de la rutina facial, la especialista en dermatología Cristina Moreno, del Centro Médico y Dental RedSalud, nos indica que “para el cuidado del rostro, hay que considerar una rutina al comenzar el día y antes de dormir, ya que la piel tiene distintas necesidades”.
En la mañana, se debe realizar una limpieza con un jabón facial, luego aplicar serum o crema antioxidante, esto debido a que “los antioxidantes ayudan a mitigar el efecto de la radiación en las células de la piel, disminuyendo considerablemente el daño”, explica Montero. Para finalizar, se debe aplicar el protector solar, siempre al último para no afectar en su duración. Es importante aplicar el bloqueador varias veces durante el día, con mayor regularidad si se expone al sol directo.
Al terminar el día, es fundamental una limpieza facial, para deshacerse de la contaminación ambiental adherida al protector solar, y luego hidratar “en la noche lo más importante es la hidratación, para preparar la piel para la exposición solar”, específica Montero.
Ambas especialistas recalcan que antes de comprar un producto facial, es recomendable asistir al dermatólogo para una evaluación y tener mejor conocimiento sobre su tipo de piel y características.
