La depresión, un trastorno mental prevalente que afecta a numerosas personas en todo el mundo, sigue envuelta en una nebulosa de mitos y concepciones erróneas, contribuyendo a la incomprensión generalizada de esta compleja enfermedad. Este fenómeno no solo perpetúa el estigma arraigado en torno a los problemas de salud mental, sino que también obstaculiza la búsqueda de ayuda por parte de quienes se ven afectados.
Para muchas personas que viven con depresión, la falta de comprensión por parte de la sociedad crea un escenario desafiante. La dimensión real de esta enfermedad mental a menudo escapa a la percepción general, generando sentimientos de incomprensión, miedo y vergüenza en aquellos que la padecen. Este desconocimiento convive con un estigma persistente que rodea a los problemas de salud mental, complicando aún más la situación.
La falta de comprensión puede traducirse, en la persona afectada, en una resistencia a buscar ayuda profesional. El miedo al juicio social y la vergüenza asociada a la depresión a menudo actúan como barreras para acceder a tratamientos necesarios.
El conocimiento y la comprensión de la realidad de la depresión son fundamentales para desmantelar prejuicios y estigmas. La normalización de esta enfermedad mental requiere un esfuerzo conjunto para educar a la sociedad sobre la naturaleza compleja de la depresión y cómo afecta verdaderamente la vida diaria de quienes la enfrentan.
Es crucial examinar y desmontar los mitos más extendidos en nuestra sociedad que rodean a la depresión. En este contexto, en #EsHoy junto a la psicóloga Catalina Sepúlveda, fundadora del sitio www.psicologíacompartida.com decidimos abordar algunos de estos mitos para repasar y corregir estas concepciones equivocadas.
“La depresión y tristeza son lo mismo”:
FALSO. La tristeza es una emoción pasajera y temporal que sentimos todos en ciertos momentos de la vida. En cambio, la depresión es un trastorno mental que interfiere de forma significativa en la vida de quien la padece.
“Los hombres no sufren depresión”.
FALSO. La depresión no tiene género. A veces los hombres tienden a esconder la depresión a su entorno más próximo y ello provoca que, cuando es diagnosticada, presente unos síntomas más graves. A nivel mundial los hombres se suicidan hasta 5 veces más que las mujeres, y en la mayoría de los casos esta causa de muerte se relaciona a episodios depresivos.
“La depresión es para toda la vida”.
FALSO. Con un buen diagnóstico y el tratamiento adecuado una persona puede hacer vida normal.
“Las personas con depresión están siempre tristes”.
Es posible que algunas personas con depresión ni siquiera se sientan tristes. Cada persona puede tener síntomas diferentes.
“Los niños no tienen depresión”.
La depresión sí afecta en la infancia, aunque tiene síntomas distintos a los de la persona adulta y, a menudo, pasa desapercibida porque no pensamos en ella o se confunde con otros problemas que pueden ser consecuencia del estado de ánimo.
A veces, con nuestras mejores intenciones, intentamos ayudar a esa persona con depresión sin saber que podemos estar perjudicándola con algunas frases o consejos. En este sentido, Catalina Sepúlveda advierte que «es muy importante informarnos y desmontar los mitos que están más extendidos en nuestra sociedad para no caer, una y otra vez, en los mismos errores, por eso, la lucha contra la depresión es tarea de todos«.