Las altas temperaturas del verano no solo nos afectan a nosotros, ¡también a nuestras queridas mascotas! Con el termómetro alcanzando cifras récord, los caninos y felinos se encuentran en el punto de mira de enfermedades virales que aprovechan el calor para expandirse y replicarse. ¡EsHoy te cuenta cuáles son las más comunes!
En el reino de los perros, dos villanos acechan con mayor fuerza durante los días de calor. El primero en la lista es el temible parvovirus, afecta gravemente de manera gastrointestinal a las mascotas y puede vivir en estructuras del medio por hasta seis meses.
A su vez, el distemper tiene un porcentaje de mortalidad del 60% al 90% de los pacientes, pudiendo alterar el sistema respiratorio, nervioso, ocular, digestivo y cutáneo.
En este contexto, Valentina Lepe Vásquez, académica de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Andrés Bello, advirtió que «en esta época es importante prestar atención a aquellas enfermedades transmitidas por vectores externos, en este caso por pulgas y garrapatas. Debido a eso, los gatos pueden verse afectados por mycoplasma, rickettsias o por pequeñas bacterias que están dentro de esta familia, como la ehrlichia o anaplasma«.
En vista de evitar estas afecciones producidas por entornos más cálidos, es importante utilizar antiparasitarios en nuestras mascotas, evitando así también otro tipo de dolencias comunes como la otitis.
Asimismo, Lepe comentó que «se debe prestar especial atención en los lugares donde soltamos a nuestras mascotas en los paseos, ya que otra enfermedad importante que es mayormente común en esta temporada es la leptospirosis, una bacteria que puede afectar tanto a perros como a personas, pudiendo llegar a complicaciones graves de salud». La profesional detalló que «la leptospira habita principalmente en aguas estancadas y en espacios rurales, proliferando con el aumento de las temperaturas. Es por ello que debemos tener precaución en que no beban líquidos en este tipo de zonas».
Cabe mencionar que los perros pueden presentar signos después de una o dos semanas desde la exposición a la leptospira, incluyendo escalofríos, dolores musculares, indigestión y vómitos. También las personas contagiadas muestran dolencias similares, pero sumando síntomas como coloración amarilla en la piel, anemia e incluso en algunos casos erupciones cutáneas.