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Cambio de hora: Especialista en medicina del sueño entrega consejos prácticos para no dormirte en el intento

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Cambio de hora: Especialista en medicina del sueño entrega consejos prácticos para no dormirte en el intento

El horario de verano estará vigente por siete meses, hasta el primer fin de semana de abril de 2024.

Los días calurosos ya se hacen sentir, la primavera se acerca y con ello, el tradicional cambio de horario. Este sábado 2 de septiembre los relojes se adelantarán una hora permitiendo que se oscurezca más tarde, pero también, generando ciertas modificaciones para el organismo. 

A la medianoche, cuando marquen las 00:00 horas, gran parte del país cambiará su huso horario a UTC-3, es decir, se adelantará la hora a la 01:00 de la madrugada del día domingo 3 de septiembre. 

El doctor. Fernando Molt, médico neurólogo y especialista en trastornos del sueño del Hospital San Pablo de Coquimbo, argumenta que esta variación horaria es totalmente artificial, pues “Desde el punto de vista biológico, de la medicina del sueño, nos estaremos levantando en la noche biológica, por lo tanto al comienzo podrían haber algunos problemas de adaptabilidad al nuevo horario, con mucho sueño durante el día, eso puede traer en algunos casos irritabilidad, fallas de concentración, alteraciones en nuestro desenvolvimiento social, laboral, estudiantil, esto puede ocurrir en un comienzo”, expresó.

Por tal razón, el experto indica que ““Para sopesar y evitar esto, idealmente tratar de levantarnos un poquito más temprano, tratar de ir haciendo un ciclo más parecido al que nos tocara cambiar este sábado, además tratar de exponerse a la luz solar durante el día.”

Para finalizar, el doctor Fernando Molt entrega algunas recomendaciones que aún estamos a tiempo de seguir:

– Evitar aparatos electrónicos o elementos lumínicos que estimulen demasiado al cerebro en las noches.

– Evitar las siestas luego del cambio de hora. Así el cuerpo se acostumbra más rápido al nuevo ciclo de sueño.

– Evitar el consumo de bebidas energizantes, café o alcohol cerca de la hora de ir a dormir.

– Practicar ejercicios de relajación o meditación.

– Comer mínimo dos o tres horas antes de acostarse y evitar que las comidas sean ricas en grasas, carbohidratos o azúcares.

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