Investigación realizada por la Fundación para la Convivencia Digital en la que participaron 3530 apoderados de 46 colegios de todo Chile, entrega nuevos datos que alertan sobre el impacto que las tecnologías están generando en la vida familiar.
Las tecnologías y las posiblidades que ofrece el mundo digital, han sido un aporte para la mayoría de las personas. Sin embargo, en el caso de niñas, niños y adolescentes, las actividades digitales no siempre son beneficiosas. Las nuevas generaciones necesitan ser educadas en el buen uso de las pantallas y para lograrlo es urgente contar con adultos que los acompañen y modelen en estas actividades.
Justamente conocer más sobre el impacto de las tecnologías fue el objetivo del estudio “Radiografía DIgital 2023”, realizado por la Fundación para la Convivencia Digital. La investigación fue realizada entre mayo 2022 a mayo 2023, en el que participaron 3.530 madres y padres con hijos menores de 13 años, de 46 colegios de diversos segmentos socioeconómicos y ciudades de Chile.
“Quisimos ver cómo están impactando las tecnologías en los hogares chilenos donde hay niños(as), principalmente observando las habilidades parentales que son necesarias para educar a esta generación hiperconectada. Sorprende que tan sólo el 8% de los padres y madres se consideran un buen ejemplo en el uso de la tecnología”, señala Soledad Garcés, directora de la Fundación para la Convivencia Digital.
Padres y madres no se consideran un buen ejemplo
Los niños(as) aprenden del ejemplo que le damos los adultos. Los comportamientos y actitudes que ven en casa, muchas veces son replicados en los colegios y en ocasiones, gatillan problemas de convivencia escolar.
A la luz de los datos recogidos, consideramos preocupante que tan sólo el 8% de los padres y madres se consideran un “buen ejemplo” para sus hijos en cuanto al uso de las tecnologías. A su vez, 1 de cada 3 padres y madres, se sienten “perdidos” respecto a cómo educar en el uso de pantallas.
“Educar en el uso de la tecnología es tarea conjunta de la familia y la escuela. Pero ponerles límites y ayudarles a entender riesgos y beneficios del mundo digital; es hoy complicado para los adultos que tampoco usan de buena manera las redes sociales o bien, entienden poco lo que hacen sus hijos con sus dispositivo electrónicos”, explica Soledad, quien agrega, que muchas veces “los padres exigen a los colegios que haga lo que deben
hacer ellos, porque no se sienten capaces de educar a sus hijos en los riesgos y beneficios de las tecnologías”.
Educar demanda habilidades parentales que hoy están ausentes en muchos adultos: como es el poner límites, aprender a lograr acuerdos y enseñarles a ver las consecuencias de sus actos tanto en lo virtual como en la presencialidad.
Teléfonos disponibles a muy temprana edad
Otro aspecto llamativo del estudio es la disposición de los padres y madres de entregar un teléfono móvil con acceso a internet a muy temprana edad. El 74% de ellos considera que antes de los 13 años, es la edad óptima para entregar un teléfono celular de uso personal, con acceso a internet a sus hijos e hijas.
Lo preocupante de este punto, es que no son pocos los estudios que concluyen que en beneficio de la salud mental y el bienestar emocional de los menores, es necesario retrasar el acceso a los teléfonos móviles con internet.
Los mayores temores de padres y madres
Hay estudios que indican que alrededor de 70% de los problemas de convivencia que se da entre escolares, se originan en el mundo digital. Por ejemplo, por funas o los chat anónimos.
En este sentido, los resultados de la Radiografía Digital 2023 es consecuente con los temores de los padres, quienes sobre el 70% de ellos refleja sentir preocupación de los riesgos que corren sus hijos en internet, como el ser contactados por extraños (77%), ser víctimas de ciberacoso (74%) o que se vuelvan adictos a las pantallas (72%).
Este es un punto importante, ya que la posibilidad de tener experiencias riesgosas en línea son altas, en especial en plataformas de juegos en línea, donde niños y niñas pueden interactuar con extraños y toparse con contenido violento o pornográfico.
“Los padres y madres tienden a ver con claridad cuáles son los problemas a los que se expone sus hijos en el mundo virtual , sin embargo de igual manera, entregan un teléfono a muy temprana edad o permitiendo el acceso a internet sin supervisión de adultos”, explica Soledad Garcés.
Conclusiones
El estudio evidencia que los padres y madres necesitan formación más allá del uso de redes sociales, internet o los videojuegos. Es relevante apoyar a las familias en el desarrollo de habilidades parentales que les permitan educar a sus hijos para vivir en un mundo altamente digitalizado, resguardando la infancia y adolescencia de los efectos negativos que pueden aparecer al ser usuarios de redes sociales, internet o videojuegos