Durante estos días de Semana Santa, se observa un aumento en las intoxicaciones alimentarias y enteritis secundarias, que traen como efecto no deseado un aumento en la producción de gases intestinales, descargas abundantes, náuseas, malestar abdominal y dolor.
Según Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia UNAB, la mayoría de estas se producen por una mala manipulación de los alimentos, falta de conservación en frío, mala higiene o falta de cocción, como, por ejemplo, cuando se ingieren mariscos o pescados crudos y excesivamente sazonados con limón.
“Asimismo, los alimentos lácteos, carnes y embutidos se deben mantener refrigerados, evitando el contacto con el ambiente por mucho tiempo, ya que el proceso de transformaciones químicas en los alimentos o de descomposición se inicia una vez que se ven expuestos a altas temperaturas” añade el químico farmacéutico.
El consumo de pescados y mariscos se ve incrementado en estas festividades, razón por la cual surge la necesidad de comunicar los cuidados y recomendaciones para conservar y consumir de manera adecuada y sana estos productos.
Las principales recomendaciones para evitar este tipo de intoxicaciones son el lavado profundo de manos, de utensilios de cocina y alimentos a manipular; cocinar los alimentos adecuadamente, hidratarse bien, evitar la mezcla de alimentos y el exceso de aliños.
Algunas recomendaciones para conservar los pescados y mariscos de manera inocua son:
• Mantener los pescados y mariscos refrigerados hasta el momento de prepáralos.
• Comprar y consumir estos productos en lugares que cuenten con autorización sanitaria, y que respeten la cadena de frío.
• Al comprarlos, es necesario observar que estén conservados en hielo y sin sus vísceras para evitar cualquier tipo de contaminación.
• Es importante observar las características organolépticas del pescado, por ejemplo: su piel debe encontrarse rígida, brillante y firme; manteniendo una pigmentación definida, bien colorida, no opaca y que posean una escasa mucosidad transparente y no pastosa.
• Al presionar la piel del pescado con el dedo, esta debería volver a su forma original rápidamente, el abdomen no debe estar hinchado, los ojos ser brillantes y las pupilas negras.
• Los moluscos bivalvos (choritos, machas, almejas, navajuelas, etc.) se deben encontrar con sus conchas cerradas y deben estar vivos, de lo contrario, no son aptos para el consumo.
• Separar los alimentos crudos de los cocidos, utilizando utensilios y superficies distintas, para evitar contaminación cruzada.
• Lavar los alimentos y aliñarlos con limón no es suficiente, se debe hervir por 5 minutos al menos.
“Es importante destacar que si una persona sufre de esta sintomatología y se asocia a consumo de alimentos, debe hidratarse permanentemente, controlar la fiebre con paños fríos, evitar el uso de medicamentos antidiarreicos y antibióticos, a menos que sean indicados por un médico, y frente a cualquier duda pueden consultar con un Químico Farmacéutico de su farmacia más cercana, profesional de la salud que podrá orientarlos oportunamente” concluye Torres.