¿Usas bloqueador solar todo el año o solo te acuerdas de él cuando vas a la playa? Incluso es probable que no uses el bloqueador adecuado, no lo estés aplicando con la frecuencia apropiada o nunca hayas ido al dermatólogo para saber más sobre tu piel y sus cuidados.
Una exposición prolongada al sol puede generar graves problemas cutáneos, por lo que es muy importante conocer los riesgos relacionados con la radiación solar, así como también sobre el buen uso del protector solar, en una época en la que las temperaturas son elevadas, y las radiaciones más peligrosas.
En ese sentido, la académica de la Universidad de Chile, Olosmira Correa, sostiene que “el ser humano necesita exponerse al sol, porque éste genera beneficios a la piel como por ejemplo la síntesis de la vitamina D. Sin embargo, la exposición prolongada y en horas en que la radiación solar es más elevada, provocará daños debido a que en el espectro solar tenemos la radiación ultravioleta, la cual es una radiación muy energética, por lo tanto es prácticamente mortal. Si no llegáramos a tener la capa de ozono, la existencia de vida sobre la tierra se vería seriamente comprometida”.
En cuanto a la radiación ultravioleta y su capacidad de producir quemaduras en la piel, la académica sostiene que por muchos años se hizo un mal uso de bronceadores como cosméticos de protección solar, que si bien protegían de los rayos de onda corta (UVB), pero dejaban pasar los rayos de onda larga (UVA), que al ser menos energéticos alcanzaban un nivel más profundo en la piel, llegando hasta la dermis, logrando el tono bronceado.
No obstante, según sostiene la experta, “con el avance de la ciencia cosmética, se empezó a entender que esta longitud de onda larga (UVA), además tenía una penetración a la piel tan profunda que al alcanzar las células vivas de la piel, era la responsable del proceso de foto-envejecimiento, pero más grave aún, causaba alteraciones en el DNA, lo cual era uno de los causantes del cáncer a la piel”.
La profesora Correa agrega que en vista de eso hoy «no se habla de bronceadores sino de protectores solares. Es necesario proteger la piel tanto de las radiaciones UVA, como de las UVB, de manera de evitar cambios o mutaciones en las células y tratar de protegernos en contra del cáncer a la piel y del foto-envejecimiento”.
Factor de protección solar
Es importante saber que las personas que se exponen más a la luz solar muestran signos de envejecimiento de su piel más precoces, por lo que es muy importante que al momento de elegir un protector solar, estos deben tener filtros para ambas radiaciones, UVA y UVB, en donde el factor de protección solar (SPF) es un elemento a tener en cuenta.
“Los filtros solares son las sustancias activas de los protectores solares. Son sustancias químicas que van a filtrar la radiación ultravioleta, es decir, van a dejar que a la piel le llegue poca radiación ultravioleta. Filtración significa que llega poco, no es que no llegue. Todo protector contiene filtros y en términos generales la cantidad de filtro que contengan, será uno de los factores que determinarán el valor de SPF”, agrega la académica.
SPF, indica la profesora Correa, “es el factor de protección solar. En términos prácticos, y simplificando fórmulas matemáticas expresadas en términos de energía, se puede llegar a expresar el SPF como una medida de tiempo de protección, que se obtiene dividiendo el tiempo que se demora la piel con protección en enrojecerse dividido por el tiempo que se demora la piel en hacerlo sin protección. En Chile, se ha establecido que en promedio una piel “castaña” se demora alrededor de 10 minutos en enrojecerse sin protector solar. Entonces, si yo me aplico un factor de protección 50, multiplicando 50 por 10, nos va a dar cuál es el tiempo de protección en minutos. O sea, serían 500 minutos, lo que equivale a 7 horas aproximadamente”.
Finalmente, en relación a los niños y bebés, es importante siempre protegerlos con sombrero, además del uso de prendas de vestir con filtros UV y protectores tipo pantalla, debido a que la piel de este grupo etareo, al ser más delgada, tiene más posibilidades de absorber el producto. En cuanto a la tercera edad, la profesora sostiene que dependiendo del color de piel, debe ser seleccionado el factor de protección, en donde personas con una piel muy clara deben utilizar factor +50, mientras que las pieles más oscuras pueden usar factor 30 o 15.