El Perú vive una nueva crisis que se la ha catalogado como «Golpe de Estado en marcha» desde el partido oficialista del presidente Pedro Castillo, quien durante esta jornada determinó la disolución del Congreso de la República, la instauración de un Gobierno de excepción, además de la reestructuración del Poder Judicial y un toque de queda nocturno.
A minutos que se votara su moción de vacancia presidencial por diversos delitos de corrupción ligados al gobierno, Castillo se adelantó a dicha votación anunciando que “tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción orientado a establecer el Estado de Derecho. (…) Disolver temporalmente el Congreso e instaurar un gobierno de emergencia excepcional”. Tras ello, diversas fuerzas políticas y la Fuerzas Armadas se opusieron a la determinación del mandatario, incluso llevando a la renuncia de gran parte de su gabinete como también del abogado que lo representaba.
Hace minutos, el Congreso pleno de forma urgente votaba la moción para destituirlo, mientras que diversos medios peruanos consignan que Castillo se dirigía desde el Palacio de Gobierno a buscar asilo en la embajada de México junto a su familia.
Cercano a las 16 horas, por un total de 101 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones, se procedió a efectuar la aprobación de la vacancia del presidente por permanente incapacidad moral. Por tanto, durante esta tarde se procederá a la sucesión constitucional de la vicepresidenta Dina Boluarte.