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Mareos, dolores de cabeza, acné y cuadros gastrointestinales: los síntomas asociados al estrés de fin de año en los estudiantes

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Mareos, dolores de cabeza, acné y cuadros gastrointestinales: los síntomas asociados al estrés de fin de año en los estudiantes

El estrés de fin de año puede generar diferentes reacciones en los estudiantes, tanto emocionales como físicas. Para Lorena Ceballos, psicóloga de Clínica Las Condes “el estrés es un conjunto de reacciones del organismo ante las exigencias, desafíos y lo que percibimos como amenazante durante la vida. Se trata de una respuesta normal, dentro de ciertos rangos, pero puede volverse un problema cuando excede en duración e intensidad. Y es común que las exigencias académicas de fin de año gatillen este tipo de trastornos”, explica la profesional.

Cuando el estudiante percibe que las demandas de aprendizaje y rendimiento en pruebas, sobrepasan los recursos personales para satisfacerlas, se produce un estado de tensión que puede generar agotamiento físico y psicológico. Por eso es importante estar alerta a las señales.

¿A qué síntomas estar alertas para advertir el estrés académico?

Hay una serie de síntomas físicos y emocionales que se pueden identificar en los cuadros de estrés, en este caso cuando se ven presionados con el fin del año académico o exámenes de admisión a la educación superior.

Los síntomas físicos más frecuentes suelen ser mareos, temblores, dolores de cabeza o cefaleas, contracturas musculares, cuadros gastrointestinales (como úlceras o síndrome de intestino irritable), alteraciones en el apetito y en los patrones de sueño y fatiga persistente. También pueden aparecer problemas en la piel como acné, psoriasis o urticaria.

En cuanto a las manifestaciones emocionales más comunes están la irritabilidad aumentada, sensación de angustia, ansiedad, tristeza o miedo. Además, hay sentimientos de desvalorización personal, inseguridad, desmotivación e inestabilidad emocional, en conjunto con problemas de concentración y otras limitaciones de la funcionalidad cognitiva que inciden en el proceso de aprendizaje y en el rendimiento académico.

“Si el estudiante no logra mantener a raya sus niveles de estrés, o se mantiene durante demasiado tiempo sometido a este, el organismo entra en riesgo de enfermar, comprometiendo no sólo el bienestar en el corto y mediano plazo, sino que también puede acarrear enfermedades complejas y hasta crónicas, a nivel de su salud mental y física. Cada vez hay mayor evidencia científica respecto del papel que juega el estrés sostenido entre los factores desencadenantes de un sinnúmero de enfermedades. Recordemos que el estrés afecta también a nuestro sistema inmunitario. El organismo mente-cuerpo está completamente integrado”, señala la sicóloga CLC, Lorena Ceballos.

En el caso de la PAES 2022, serán tres días de exámenes que pueden generar más de algún trastorno en los estudiantes que la rinden, por lo mismo la especialista entrega algunos consejos para hacer frente a este período de estrés académico y fin de año.

  • Mantener un estilo de vida saludable que buenos hábitos alimenticios y actividad física regular.
  • Dormir entre 7 y 9 horas cada día, siempre en el mismo horario, de noche y de corrido.
  • Realizar descansos diarios, semanales, semestrales y anuales.
  • Hacer actividades que se disfruten, no todo tiene que ser estudiar.
  • Reactivar la vida social.
  • Pasar tiempo con las mascotas.
  • No temer a conectar con las emociones ni reprimir los deseos de llorar.
  • Buscar con quien hablar de los problemas, el punto de vista de otros puede ser de ayuda, además, siempre es aliviador sentirse escuchado.
  • Ser empático consigo mismo y evitar sobrecargarse de trabajos o estudios.
  • Planificar con criterios realistas para poder cumplir con la programación, para evitar sentirse demasiado frustrado/a.
  • Evitar consumir alcohol y drogas.
  • Moderar el consuma de demasiada cafeína (café, mate, bebidas cola, etc.).

Como mensaje para los padres, es importante estar atentos al comportamiento de sus hijos, escucharlos y brindarles apoyo. Sobre todo, no sobre exigirlos y si advierten que no logran manejar el estrés, solicitar ayuda con un especialista.

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