En las últimas horas, la empresa del pajarito azul ha sufrido un éxodo de empleados, quienes lejos de estar contentos con el nuevo propietario de la red social han manifestado abiertamente su enojo contra el sudafricano, el que les ha obligado a responder si quieren o no ser parte de lo que él llama «Twitter 2.0».
Desde altas horas de la noche, los twitteros comenzaron a ponerse en alerta luego que trascendiera la noticia de los despidos masivos que estaban ocurriendo en las sedes de Twitter, tras el ultimátum que les realizó Elon Musk a través de Google Forms. La decisión de continuar en la nueva etapa de la app fue el detonante para que miles de ahora ex empleados determinaran hacer pública la situación.
En este sentido, The Washington Post menciona que este habría sido parte del mensaje que formuló el magnate: “en el futuro, para construir un Twitter 2.0 rompedor y tener éxito en un mundo cada vez más competitivo, tendremos que ser extremadamente duros. Esto significará trabajar muchas horas a gran intensidad. Solo un rendimiento excepcional constituirá un aprobado”. Agregando que “Si estás seguro de querer formar parte del nuevo Twitter, por favor, haz clic en el enlace de abajo”.
La peculiar y cuestionable cultura laboral basada en el trabajo duro para alcanzar los objetivos de rendimiento de Musk, ha sido, posiblemente, su gran piedra de tropiezo en la red del pajarito. Cabe destacar que, este no es el primer despido masivo que hace la compañía desde su llegada , ya anteriormente la planta de 7mil 500 personas se había reducido a 2mil 900, incluyendo el cierre de departamentos completos como el de Comunicaciones.
La respuesta
Ante lo que se venía, el también líder de Tesla efectuó el cierre de las sedes de Twitter hasta el próximo lunes, previendo un posible ataque interno de los trabajadores desvinculados. Por tanto, a quienes aceptaron los nuevos términos, se les envió a Homeoffice y desactivó todas las credenciales de entrada a los edificios.
Sin embargo, la respuesta de los ahora ex empleados no se hizo esperar. Cientos de mensajes en Twitter comenzaron a viralizarse y también una disruptiva puesta en escena en una de las sedes de Twitter en San Francisco, realizada por alguien que se hace llamar «activista de la proyección», comentó la periodista Gia Vang de NBC Bay Area.
“Bebé, parásito supremo, grano petulante, aprovechado del apartheid, oligarca sin ley, colonizador inseguro, acaparador cruel, Karen del espacio, niño mediocre, privilegio presionado, racista mezquino, megalómano, multimillonario sin valor y bebé en bancarrota”, son parte de los mensajes que se podían leer en el edificio.
