En noviembre se conmemora el mes de la prevención del Cáncer de Próstata, enfermedad que en nuestro país tiene cifras alarmantes, ya que solo en el 2020 se registraron 2.296 muertes por este diagnóstico, superando casi en el doble a las muertes por cáncer de mama, según el Global Cancer Observatory (GCO) de la OMS.
Según las estadísticas, el cáncer de próstata afectará a uno de cada seis hombres en la vida. Por lo mismo, los expertos incentivan a los hombres a realizarse el examen preventivo, debido a que es una enfermedad que no presenta síntomas y que con el envejecimiento de la población se hace más frecuente.
«El llamado hoy en día es a entender que el cáncer de próstata, por lo general, no presenta síntomas en sus etapas tempranas, es por esto, que es importante realizarse el examen en forma constante para tener un mejor control de una posible aparición de la enfermedad”, asegura Felipe Balbontín, urólogo y presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata.
Los síntomas de la enfermedad pueden tardar mucho tiempo, incluso años, en manifestarse.
Por lo general, pasado un tiempo, el cáncer puede producir alteraciones en la función de orinar (incapacidad para hacerlo, efectuarlo de forma muy frecuente, sentir dolor o padecer incontinencia).
Junto con estos síntomas, el paciente puede padecer un dolor frecuente en la parte baja de la espalda, tener una vida sexual problemática e incluso expulsar sangre en la orina o en el semen. No obstante, estas alteraciones físicas no siempre implican la existencia de cáncer.
Para Balbontín, el bajo nivel diagnóstico en los sectores más modestos de la población chilena son un reflejo de brechas y diferencias culturales que impiden el tratamiento oportuno. Los chistes y bromas sobre el examen de próstata en la población masculina son un claro reflejo de esta barrera.
¿CÓMO DETECTARLO?
Muy simple, sólo es necesario dejar los pudores a un lado y controlarse anualmente a partir de los 45 años, realizándose un rápido examen de sangre, denominado antígeno prostático y también haciéndose una evaluación física de la próstata, mediante un sencillo tacto rectal, que consiste en la palpación de esta glándula a través del recto. Ambos son necesarios.
La introducción del antígeno prostático específico ha permitido disminuir la mortalidad por cáncer de próstata entre el 20% y 30%, pero el problema más importante es el sobrediagnóstico en cánceres con comportamiento biológico no agresivo, situación que ha determinado que hasta hoy no se hayan validado políticas de tamizaje como un programa de salud pública.
El doctor Sergio Soler, urólogo del Hospital de La Serena, explicó que “es importante realizarse el antígeno y también el tacto porque uno puede tener el examen de sangre normal y en el tacto detectar alguna alteración. Así como las mujeres son bastante responsables y empiezan con su Papanicolaou una vez que inician su actividad sexual, los hombres a partir de esa edad, deben controlarse siempre la próstata. Esta es una enfermedad que si se diagnostica tempranamente, tiene un alto porcentaje de recuperación”.
Entre los factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de próstata se incluyen aspectos como la edad, la raza, antecedentes genéticos, hormonales, entre otros.
Y ¿CÓMO ES REALMENTE EL TACTO RECTAL?
Para derribar cualquier mito respecto al tacto rectal, el doctor Soler lo graficó de manera clara y sencilla. “Es un examen muy corto. Hay diferentes técnicas, pero habitualmente el paciente está acostado, como si estuviera en su cama, con las rodillas dobladas y ahí se efectúa el tacto, habitualmente con gel o vaselina líquida, y se palpa la próstata, eso debe durar menos de un minuto. A algunas personas podría resultarles un poquito incómodo, pero la mayoría de los pacientes lo tolera muy bien”, indicó.
Además, el especialista manifestó que como país, “tenemos que cambiar nuestra cultura machista. Se tiene la concepción de que el hombre está siendo violentado en su intimidad cuando se le está haciendo el tacto rectal, siendo que es un examen como cualquier otro. Así como las mujeres van al ginecólogo, ellos deben hacerse el tacto con el urólogo”.
BENEFICIOS DE UN DIAGNÓTICO A TIEMPO
Según indican desde el Departamento de Urología de Clínica INDISA, gracias al diagnóstico precoz y los avances en los tratamientos, la sobrevida ha aumentado significativamente en todas las etapas de la enfermedad, siendo a 5 años de 99%, a 10 años de 93% y a 15 años de 79%, considerando todos los pacientes en conjunto.
De esta forma, los especialistas llaman a realizarse controles preventivos a partir de los 45 años y antes, en caso de tener antecedentes familiares de cáncer de próstata, así como incorporar hábitos de vida saludables para mejorar el pronóstico frente a un eventual diagnóstico.