Muchas teorías resuenan en la web tras un sismo. Algunos aseguran tener dones para poder vislumbrar un movimiento telúrico con fecha y hora precisa, otros dicen que como todo ciclo, hay eventos que se repetirán en el tiempo, tal como lo mencionaban en la serie Dark: «va a suceder otra vez». Pero, ¿es realmente posible predecir un terremoto según la ciencia? Sigue leyendo que en #EsHoy te contamos.
Durante la tarde de ayer, México sufrió un fuerte terremoto que azotó al estado de Michoacán y, aunque pareciera mentira, es el tercer sismo de gran intensidad que viven un 19 de septiembre, los otros dos ocurrieron en 1985 y 2017. De allí y considerando que hace algunos días ya había temblado en Taiwán, los internautas empezaron a especular que en Chile temblaría próximamente.
Entonces, ¿podemos predecir cuándo temblará en Chile? La respuesta del mundo científico, en concreto, es no. No es posible predecirlos como tal, pero sí estimar cierta ocurrencia de un evento.
¿Cómo es posible estimarlos?
Hace algún tiempo, académicos de la PUCV quienes analizaban las anomalías en los campos magnéticos del hemisferio sur, se percataron de que en los grandes terremotos de Sumatra (2004), Maule (2010) y Japón (2012), el campo magnético sufrió una brusca variación días anteriores y, por lo tanto, podría haber una relación, pero no alcanza para predecir eventos.
Al respecto, Germán Varas, parte del equipo investigador aseveró que «para uno como científico realizar una predicción sería decir: «Este lunes 23 de Abril a las 09:00 hrs, se producirá un terremoto 8.4° con epicentro en Coquimbo» y eso hasta el momento, no somos capaces de hacerlo. Este nuevo método, si funciona, si nos puede dar algo mucho más acotado y decir que a partir de hoy, en 30 días más podría haber un terremoto en esta zona. Como falta más evidencia y estudios, es imposible hablar de predicción, pero si entrega indicios de una relación medible entre una variación en el cambio magnético y los terremotos».
Asimismo, lo aseveró durante el 2020 el subdirector del Centro Sismológico Nacional y profesor de la Universidad de Chile, Mario Pardo quien explicó es posible predecir el lugar y cuál magnitud tendrá, pudiendo existir un error no mayor a un grado, más no anticipar el momento en que sucederá, es decir, la fecha ni hora del evento.
“La razón por la cual no tenemos un buen estimador de la fecha de ocurrencia de un terremoto se debe a que los sismos representan un problema no lineal y que no contamos con los datos necesarios y suficientes como para entender mejor el fenómeno y hacer un pronóstico acertado”, sostuvo Pardo.
En el mismo sentido, la sismóloga Susan E. Hough, afirma en su libro: Predecir lo impredecible: ¿Puede la ciencia pronosticar los sismos?, que «en lo que concierne a la predicción de sismos, la mejor ciencia todavía es la estadística. Resulta cierto que, en términos estadísticos, la probabilidad de que ocurra un sismo dañino nunca son mayores que inmediatamente después de que sucedió ese sismo».
Las creencias populares
Frases como «Me está doliendo la rodilla», «el día está como que va a temblar» o el comportamiento inusual de ciertos los animales comúnmente se asocian al pronóstico de un evento telúrico, siendo no pocas las personas que lo defienden como un método válido. Sin embargo, qué hay de cierto en estas creencias populares.
Mientras que las variaciones climáticas como un día más ventoso o el mar picado, además de situaciones de dolores de huesos, han sido descartadas de plano por los científicos como una forma válida para anticipar un movimiento telúrico, otras creencias respecto a los animales sí podrían tener asidero. Mediante investigaciones recientes se ha logrado determinar, en cierto grado, la incidencia del comportamiento de estos en la eventual predicción de un sismo.
Un análisis de la Universidad Anglia Ruskin reveló que la actitud de los animales cambió drásticamente días antes del terremoto de Contamana, Perú (7,0 Mw). «En un día típico, las cámaras captaban entre 5 y 15 animales moviéndose. Sin embargo, durante los 23 días anteriores al terremoto, captaron 5 o menos. Y entre 5 y 7 días antes del evento, no se observó ningún movimiento en absoluto, un hecho muy inusual en esta región de selva montañosa», sostienen sobre la investigación en la revista Scientific American.
Este cambio de actitud animal, aseguran los investigadores podría deberse a «la respuesta inusual de los animales son los iones con carga positiva presentes en el aire, que se sabe que se generan en grandes cantidades en la superficie terrestre cuando las rocas de las capas profundas son sometidas a las tensiones crecientes previas al terremoto».
En esta línea, los iones positivos presentes en aire generan efectos adversos en los animales y humanos, específicamente el síndrome de serotonina, cuyo causante es un aumento de este neurotransmisor en el torrente sanguíneo, el que puede «provocar síntomas como inquietud, agitación, hiperactividad y confusión».
Ahora que conoces la forma en que se pueden o no predecir un movimiento telúrico, ¿crees que pronto temblará en Chile?
