A las 19:54 horas de este viernes 16 de septiembre, las once compañías del Cuerpo de Bomberos de Coquimbo procederán a efectuar un toque de sirenas en sus cuarteles, con el fin de conmemorar los 7 años del terremoto 8.4 Mw que azotó la zona y que posteriormente arrasó parte del balneario con un tsunami.
Tal como han informado por sus redes sociales, todos los cuarteles de la comuna puerto iniciarán un simbólico toque de sirenas a la misma hora en que aconteció el fatídico evento durante el 2015.
El movimiento telúrico que se vivió en la época, «se trató de un sismo de contacto entre las placas de Nazca y Sudamérica, es decir, un sismo inter-placa, cuyo epicentro se ubicó a 42 km al oeste de la localidad de Canela Baja, impactando con fuerza numerosas localidades costeras de la región«, asevera el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN).
Parte de las áreas más afectadas en la comuna fue la zona de Baquedano, barrio que quedó reducido a una gran cantidad de escombros tras el intempestivo paso del tren de olas, que hizo ingreso por los distintos sectores de la costanera y puerto de Coquimbo.
Sin embargo, y como es una solidaria costumbre de la población chilena, durante la noche y días siguientes al sismo miles de personas se agolparon en ayuda de los vecinos afectados en las distintas latitudes de la región. Al respecto, la investigación académica del departamento de psicología de la Universidad de La Serena: “Generando Teorías Subjetivas Después del Desastre: El Rol de la Personalidad”, determinó que «Esto es interesante porque en términos de efectos, por lo menos a nivel de creencias, se observó resiliencia por parte de los afectados. Esta característica positiva podría hacernos pensar de un grupo de personas con algún grado de resiliencia, en el sentido que sus creencias buscan contrarrestar situaciones nocivas o perjudiciales”, detalló la psicóloga Ingrid González, autora principal del artículo.