Las hemos nombrado cientos de veces y son parte de nuestra rutina, pero ¿sabemos realmente quienes son los personajes a los que se les asignó el nombre en una calle de La Serena?
En #EsHoy nos gusta la historia y también caminar, por lo que hace un tiempo seleccionamos y contamos quienes eran esos ciudadanos/as y por qué merecían (o no) que su nombre esté plasmado en nuestras esquinas.
A continuación, te contamos de cuatro famosos de siempre:
Florencio Fontecilla (1854 – 1909)
Fue un sacerdote católico chileno. Destacó por ser capellán del ejército en campaña durante la Guerra del Pacífico en 1879, tomó parte en las batallas de Chorrillos y de Miraflores, además de la entrada a Lima.
Fue nombrado para el liderazgo de la diócesis de La Serena en junio de 1890, y su ordenación como obispo fue el 8 de septiembre siguiente.
Según señala detalla el libro Gente de La Serena de Fernando Moraga, Fontecilla instaló en la ciudad el Convento de las Carmelitas Descalzas. Instituyó de modo oficial la celebración de la Virgen de Andacollo y procedió a inaugurar su nuevo templo.
Además, fundó parroquias en la mayoría de las ciudades de las provincias de Antofagasta, Atacama y Coquimbo.
También adquirió en remate la vivienda de la familia Lambert para instalar allí un Seminario y Casa de Retiro, que más tarde se convirtió en Asilo.
Carlos Illanes
Nació en La Serena el 1 de septiembre de 1870. Este Médico Cirujano hizo clases en el Liceo de Hombres desde 1906 a 1918.
Fue Intendente de Coquimbo entre el 30 de diciembre de 1918 y el 26 de julio de 1921. Luego, se trasladó a Santiago en 1922 para asumir como Inspector Sanitario para toda la República.
Entre sus realizaciones como Intendente, figura la construcción del alcantarillado para la ciudad de Coquimbo.
La construcción del camino que une a Coquimbo con La Serena paralelo a la línea férrea, obra que luego fue la doble vía actual.
Saturnino Mery
Poeta y Novelista que nació en La Serena en 1856. Muy joven se consagró al diarismo y a las letras.
En 1874 dio a la publicidad una novela de costumbres nacionales con el título de “Un Mártir del Amor”.
Durante varios años fue colaborador de La Reforma, El Progreso, El Coquimbo, de La Serena, donde destacó por su ingenio y gran talento.
Murió en 1886, en La Serena, cuando se aguardaban más positivas obras de su talento y su laboriosidad intelectual
Cayetano Almeida
Destacó en el rubro de la minería. Llegó a Chile procedente de Argentina donde aventuró diversos trabajos que no le dieron satisfacción.
Luego, supo de las bondades de la minería del norte chileno, por lo que decidió viajar hasta Coquimbo y empezó a operar entre este puerto y el de Atacama, asentándose en Copiapó.
Sin embargo, su vinculación a Coquimbo persistió, ya que representó los intereses de un importante aviador de minerales y a su vez minero, a quien hizo su pariente al casarse con la hija, doña Antonia Aracena, indicada como una de las damas acaudaladas de La Serena de del siglo XVIII.
Su condición económica superó con largueza la de su suegro al descubrir el legendario mineral del Checo en 1774. Murió en Copiapó en 1805.