Especies emblemáticas como el pingüino de Humboldt y el delfín nariz de botella, que habitan en la zona de Punta de Choros, podrían ver comprometida su presencia en la Región de Coquimbo, según las investigaciones del proyecto AdaptaClim.
Por: BlogExplorador.cl | Proyecto Explora Coquimbo
Existe un lugar en el mundo llamado Región de Coquimbo. Un rompecabezas de formas y colores armado con piezas de costa, valle y montaña que se unen para conformar un paisaje irrepetible. ¿Lo conoces? Si la respuesta es no, busca imágenes en internet, porque en este lugar habita una flora y fauna exclusiva de Chile y el mundo, y que a la luz del avance del cambio climático, está muy cerca de sufrir drásticos cambios.
¿Y de qué tipo de cambios hablamos? Primero, hablemos de equilibrio, y también, de su contracara: el desequilibrio. La ausencia o quiebre del equilibrio de los ecosistemas hace que sus contribuciones al planeta disminuyan o desaparezcan. ¿Y dónde radica la causa de este desequilibrio? En el cambio climático, una de las principales causas de las alteraciones en la biodiversidad, donde no se salva la Región de Coquimbo, al ser una de las zonas de Chile y el mundo con la más alta concentración de especies endémicas; es decir, donde existe un ecosistema de flora y fauna propio y único en el planeta.
Como ya mencionamos, en este mosaico regional el mar ocupa un lugar más que importante, tanto en áreas como el turismo, la actividad portuaria, la pesquería y el cultivo de especies. Y precisamente, en la zona costera de la Región de Coquimbo los efectos del cambio climático son diversos, y según señalan informes del 2021 y 2022 del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, “habrá un aumento en las olas marinas de calor, de la intensidad del viento, la acidificación del océano, en la erosión e inundaciones costeras, además de un aumento relativo del nivel del mar”, explica al respecto la investigadora del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA, María Valladares.
Equilibrio que se altera y biodiversidad regional
Como vemos, el mar se prepara para sufrir diversas alteraciones, y por ello la ciencia, con el esfuerzo de la comunidad científica, ya ha puesto su foco en el océano. Por ejemplo, a través del proyecto AdaptaClim se espera el siguiente escenario en el mar: puertas que se abren para dar la bienvenida a nuevas especies, y puertas que se cierran para decir adiós a algunos animales.
Cabe mencionar que el Proyecto AdataClim busca levantar los indicadores de riesgo y vulnerabilidad climática que serán la base para establecer las prioridades del futuro Plan de Acción Regional de Cambio Climático (PARCC). Considerando las amenazas climáticas a las que está expuesta la región, el trabajo, encabezado por CEAZA, y realizado en conjunto con el CORECC (Comité Regional de Cambio Climático) es fundamental para la adaptación en cuatro grandes sectores: zona costera, biodiversidad, agua y suelo, y ciudad e infraestructura. Los citados indicadores se pueden revisar en este enlace.
El Dr. Marcelo Rivadeneira, investigador de CEAZA, explica que uno de los principales efectos del cambio climático en la biodiversidad regional es la alteración de los patrones de distribución geográfica de las especies: “un incremento de la temperatura del mar podría traer aparejada la aparición de muchas especies que habitan en zonas más cálidas y la desaparición de otras que habitan en zonas más frías”.
De esta forma, aclara el experto, lo que estaría ocurriendo es un eventual recambio de especies, donde algunas van a permanecer, otras van a aparecer y algunas desaparecerán. ¿Recuerdas los últimos veranos cuando en las noticias oíste que no podías ir a la playa por la llegada de un animal con nombre de barco europeo? Sí, las famosas fragatas portuguesas (hidrozoos), que proliferan en la costa por los cambios en las condiciones ambientales, es una de las especies que se proyecta que aparezcan.
“Los cambios ecosistémicos están afectando desde pequeñas formas, como el plancton, hasta las grandes ballenas; y así, especies emblemáticas de la Región de Coquimbo, como el pingüino de Humboldt y el delfín nariz de botella, que habitan en la zona de Punta de Choros, podrían ver comprometida su presencia en la zona”, subraya el investigador de CEAZA.
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