Por Vicente Ossandón.
La boxeadora chilena, Daniela “Leona” Asenjo, está en boca de todos, pues recientemente se coronó campeona mundial de la división Súpermosca en el torneo producido por la Organización Internacional de Boxeo (IBO).
Desde el año 2011, ha ido ganando una variedad de competiciones tanto nacionales como internacionales, recibiendo reconocimientos como el título nacional peso súpermosca y dos de campeona latinoamericana en torneos de la Organización Mundial de Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo.
En conversación con #EsHoy, la luchadora revela cómo fueron sus inicios en este deporte y el difícil camino que ha debido recorrer para llegar a donde está, lleno de decisiones y, sobre todo, esfuerzo.
Una pasión por otra
Asenjo estudió en el Colegio de Música Juan Sebastián Bach de Valdivia, lugar donde descubrió su primera pasión: la música.
Durante su vida estudiantil, se especializó en el violín, llegando incluso a ser monitora de ese instrumento. Sin embargo, al pasar los años descubrió una nueva pasión que le haría repensar su futuro, el boxeo. A fin de que su atracción por el deporte del ring fue mucho más grande que la que sentía al tocar piezas musicales, por lo que decantó en profesionalizarse deportivamente.
“La música y el deporte tienen una cosa en común: la disciplina. Hay que ser muy severo para hacer ambas cosas”, plantea la boxeadora.
Del sedentarismo a ser campeona
Hasta los 18 años, tuvo una vida muy inactiva, hasta que se dijo a sí misma “tengo que cambiar”. En su búsqueda por realizar una transformación para su día a día descubrió el deporte de contacto.
“Llegué al kickboxing y al boxeo, y desde ese momento, jamás dejé de entrenar hasta el día de hoy”, repasa.
Paralelo a sus entrenamientos, Daniela sacó su título como psicopedagoga, profesión que llegó a ejercer unos años. A diferencia de otros deportistas, en un comienzo ella no se imaginaba que iba a profesionalizarse en el deporte que practicaba, hasta que en el 2018 lo deja todo por su pasión y decide dedicarse a tiempo completo al combate.
Con determinación manifiesta ser una mujer de carácter fuerte, por tal característica sincera que su familia y amigos no se sorprendieron para nada al escuchar la importante decisión, la cual cambiaría su vida por completo.
Tras la decisión, la “Leona” confiesa que ha sido un camino bastante complicado para surgir, ya que en Chile el deporte no recibe la importancia que amerita. Asegura firmemente que falta cultura deportiva y una mayor inversión, tanto a nivel recreativo como a nivel competitivo.
“Espero que para un futuro las autoridades tomen cartas en el asunto y así poder disminuir la brecha que existe en poder ser un profesional del deporte en el territorio”, pronuncia con voz algo preocupada.
Amor y profesionalismo
Gracias al deporte, la joven deportista de 31 años conoció a su actual pareja, Alejandro Concha, quien además de ser su socio romántico, es quien la entrena día a día.
Durante los 12 años que llevan juntos, han recorrido un camino bonito, reconoce, más no exento de dificultades.
Revela que “junto a mi compañero (Alejandro) tenemos los mismos sueños e ideales y nos mueven las mismas cosas. Cada uno respeta el trabajo de lo que hace uno y lo que hace el otro, tanto él a mí como deportista y yo a él como entrenador”.
Proyectos a futuro
La campeona mundial se califica a sí misma como una persona bastante soñadora, es por eso que ordena su mente y se propone metas a corto y mediano plazo. Cree que lo mejor para las personas es ir viviendo la vida planteándose objetivos que las hagan sentir bien.
A raíz de esto, expresa que su siguiente meta es defender el título mundial ganado recientemente, y luego ganar torneos de otras organizaciones.
Al terminar la conversación con nuestro medio, Daniela deja un alentador mensaje para las personas que buscan motivación para sus desafíos, llamándolas a esforzarse, sea cual sea el ámbito al que se dediquen. “Luchen por sus sueños, trabajen, sean disciplinados y constantes. Esto hará que en algún momento puedan conseguir todos los objetivos que se planteen en la vida”.