La imagen de la comuna puerto siempre va asociada a las personas que a diario buscan los recursos que entrega el mar. Es una actividad riesgosa que debido a la tremenda desventaja que tiene con la pesca industrial ha debido modernizarse y buscar una diversificación en su matriz productiva.
Una de las mayores características que tiene Coquimbo es su mar y los hombres y mujeres que trabajan en él. Debido a esto, desde el año 2007 y según decreto alcaldicio 2212, la Municipalidad de Coquimbo celebra cada 19 de mayo el Día del Pescador Artesanal, fecha que busca reconocer la abnegada labor que realizan las cerca de 3 mil personas que se dedican a la pesca extractiva artesanal en la comuna y que diariamente arriesgan su vida trabajando en condiciones muchas veces adversas.
La legislación chilena define a la pesca artesanal como la actividad pesquera extractiva realizada por personas naturales en forma personal, directa y habitual, con o sin el empleo de una embarcación artesanal. La actividad pesquera artesanal se ejerce en distintas categorías que pueden ser armador artesanal, pescador artesanal propiamente tal, buzo, recolector de orilla, alguero o buzo apnea.
SACRIFICIO Y DIVERSIFICACIÓN
La pesca artesanal tiene reservadas las primeras cinco millas para realizar su labor, llamada Área de Reserva para la Pesca Artesanal -que no siempre es respetada por los industriales-. Además, la Ley de Pesca establece la primera milla marítima para el uso exclusivo de embarcaciones de menos de 12 metros de eslora, desde el límite norte del país hasta el límite sur de la isla de Chiloé.
Ante la disminución de recursos, Coquimbo se ha diversificado, convirtiéndose en referente y líder nacional en áreas de manejo. Ejemplo son los cultivos de ostiones y ostras en Tongoy, machas en Peñuelas y piure en Guayacán.
El presidente de la Federación de Trabajadores del Mar, Pascual Aguilera, dio a conocer las complicaciones que viven a diario quienes desarrollan la actividad. “La pesca artesanal para nosotros es una cultura en que, lastimosamente, los recursos son cada vez más escasos, donde cada día cuesta más extraerlos y hay que viajar más con lo que eso implica, alza del precio del combustible incluido. Aparte que las grandes industrias cada vez nos tiran más a la orilla, nos perforan las 5 millas, entonces la verdad es que la cultura de la pesca artesanal agoniza y si no hacemos algo rápidamente, tendemos a desaparecer”.
La presidenta de la Asociación Gremial de Pescadores de Tongoy, Priscila Haro, explicó los sacrificios que se llevan a cabo en muchas ocasiones. “El trabajo del pescador es enorme, es muy grande, ahora se ven mujeres trabajando en mar, que una mujer tiene que ver lo que es casa, tiene que ver lo que es familia, hijos, para ella igual es un sacrificio enorme. Y para los hombres igual, yo hoy entiendo enormemente el trabajo del pescador, levantarse temprano, llegar a las tantas tardes o a veces hasta la noche, duermen un rato y se van a trabajar de nuevo o simplemente a veces hacen dos trabajos; se van al cultivo, se van a la pesca, entonces el trabajo del pescador es muy grande y yo los felicito a todos.”.
El presidente de la Asociación Gremial de Pescadores y Buzos de Peñuelas, Francisco Pizarro, valora el esfuerzo que realizan todos sus colegas. “Es un trabajo super sacrificado, pero a nosotros nos gusta hacerlo, el tema del buceo, sentir la adrenalina de estar debajo del agua, pero en sí, es sacrificado porque tenemos que levantarnos con viento, a veces con lluvia, hemos perdido a compañeros que nunca más los hemos encontrado, pero lo bueno que tiene el mar es que nos ha dado todo lo que podemos tener, educación a nuestros hijos, con esto el sacrificio se ve recompensado.”.
La caleta de Coquimbo debe ser la más conocida en la comuna, punto de encuentro de habitantes locales y turistas que llegan a conocer las bondades que entrega la zona, sus tours por la bahía y restoranes con gastronomía fundamentalmente marina.
En ella está enclavada el sindicato 16 de septiembre, que reúne a 84 pescadores que también pusieron su mirada en las áreas de manejo, siendo los cultivos de piure, ostiones, machas, lamas y jaibas algunos de los recursos que están desarrollando. El dirigente, Adolfo Estay, enfatiza en lo riesgoso de la actividad. “Uno a los colegas siempre les desea buena suerte, que regresen a ver a sus familias que es lo mejor que existe, yo estuve en riesgo 4 veces y no sé dónde va a estar mi muerte, si acá en tierra o quizás dónde me va a pillar”.
TRABAJO COLABORATIVO
Coquimbo, en su extenso litoral, cuenta con 8 caletas que son claves en el desarrollo económico de la comuna; ellas son Puerto Aldea, Tongoy, Guanaqueros, Totoralillo, Peñuelas, Guayacán, Coquimbo y La Herradura, cada una con características propias y en donde sus dirigentes y pescadores han desarrollado diferentes métodos productivos que, sin perder su esencia artesanal, han incorporado procesos y tecnologías acordes a los nuevos tiempos. Actualmente, existen 37 organizaciones entre sindicatos, Asociaciones gremiales y cooperativas.
El Municipio porteño, a través de su Oficina de Desarrollo Pesquero, apoya a este sector en áreas productivas y sociales destacando alianzas y coordinaciones con Seremi de Salud, Universidad Católica del Norte, Sernapesca, Sercotec, Fosis, Corfo, Gobierno Regional, Dirección de Obras Portuarias, Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala (INDESPA), Gobernación Marítima y Capitanía de Puerto, entre otras.
Para el alcalde Ali Manouchehri, la pesca artesanal es clave dentro de la economía local y cree necesario seguir apoyándola. “Nuestra comuna se caracteriza por nuestros pescadores, sabemos que no solo pueden ser parte de una imagen, hoy tenemos que trabajar con ellos, acompañarlos, y sabemos que los grandes desafíos de ellos tienen relación con ir modernizando parte de sus procesos y para eso nosotros estamos desarrollando el crecimiento de nuestra propia Oficina de Pesca que busca acompañarlos en los grandes desafíos que están hoy día presentes, así es que estamos contentos y vamos a celebrar en conjunto con ellos los pasos que vamos a ir dando, el camino aún es largo, pero sabemos que es mucho más fácil recorrerlo en conjunto”.
Modernizar procesos, renovar equipamientos productivos y generar condiciones de mayor seguridad son algunos de los proyectos que apoyan desde la repartición municipal. El año 2020 se gestionaron recursos para el sector por $176 millones, mientras que el 2021 se levantaron iniciativas que están en etapa de evaluación por $185 millones.