Investigadores de la Universidad de Bath en el Reino Unido han demostrado mediante un estudio, que desconectarse totalmente de las redes sociales, por un lapso de una semana, beneficiaría a la salud mental de los usuarios.

Sin duda alguna, las redes sociales juegan un rol primario en la vida de las distintas generaciones que hoy conviven en el ecosistema digital, alcanzando grandes cantidades de tiempo en uso, ya sea para la entretención, información o como herramienta de trabajo. Si bien, en el último tiempo se ha aconsejado que los padres disminuyan las horas en dispositivos electrónicos como en las redes sociales de sus hijos, sobretodo en la primera infancia, ¿qué pasa con los efectos dañinos de su consumo en la época adulta?

Con un grupo de 172 personas, entre los 18 y 72 años, los investigadores trabajaron para visualizar el cambio de las personas adultas cuando se dejan de utilizar las redes sociales por siete días. Los resultados del estudio develaron que, en el grupo que disminuyó la interacción medial, su salud mental mejoró del mismo modo que los niveles de ansiedad decrecieron.

Para llegar a esas conclusiones, los científicos dividieron al grupo en dos, los que mantuvieron sus hábitos de uso en las redes, con una media de 8 horas, y los que disminuyeron a 21 minutos de estancia en las apps por el periodo de la semana. Lo que en definitiva significó que, estos últimos, tuvieran más de 7 horas para realizar otro tipo de actividades, mejorando su salud mental.

«Por supuesto, las redes sociales forman parte de la vida y, para muchas personas, son una parte indispensable de quiénes son y de cómo interactúan con los demás. Pero si pasas horas a la semana haciendo scroll y sientes que te está afectando negativamente, podría valer la pena reducir su uso para ver si te ayuda», evidenció el Dr. Jeff Lambert, líder de la investigación.