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De la genética a las miradas: 3 curiosidades de la relación madre e hijo

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De la genética a las miradas: 3 curiosidades de la relación madre e hijo

Es común que se diga que las madres pueden curarlo todo, que de ellas has sacado lo mejor o que si no fuera por esa mujer no podrías hacer muchas cosas y, aunque a veces creamos que tienen superpoderes o ser una especie de Sherlock Holmes para encontrar objetos donde tú habías buscado un millón de veces, esos mitos de las madres tienen bastante asidero científico. 

Independiente si son biológicas o adoptivas, si ese rol lo cumple una hermana, tía o abuela, hay factores genéticos, culturales y hormonales que hacen de tu figura materna un ser importantísimo para toda tu vida. En concreto, desde la mirada psicoanalítica, la función maternal se puede ejercer por cualquier individuo, puesto que “se trata del rol que una persona en relación asimétrica con un infante está en disposición de desempeñar. Una función que puede estar presente en todas las modalidades de familias actuales”, indica la psicóloga Laura Esteban. 

Por esta razón, en #EsHoy queremos rendirle un homenaje a todas ellas que con esfuerzo, dedicación y una que otra cana verde, nos han criado. Sigue leyendo que traemos 3 curiosidades de la relación madre e hijo.

Más que química y biología

¿Has escuchado hablar de la ‘hormona del amor’? Bueno, la oxitocina es una de las hormonas por excelencia en las relaciones parentales, fundamentalmente en la primera infancia. 

Esta importante hormona se produce en diferentes circunstancias, pero principalmente durante el apego, la etapa en que madre e hijo se vinculan afectivamente. Es así que, este cúmulo de moléculas incluso pueden influir en la confianza, la generosidad y la capacidad de amar a futuro. 

Pero como te decíamos más arriba, no necesariamente una madre biológica produce oxitocina con su hijo. Un estudio de la Universidad de Guadalajara de México demostró que, el solo hecho de ser una figura materna puede provocar la liberación de la hormona. 

“De esta forma comprobamos que el funcionamiento cerebral es muy similar y, por ende, no debe haber duda en ese sentido, definitivamente el lazo afectivo tanto en madres biológicas como adoptivas será igual”, explicó Marisela Hernández González, investigadora del estudio. 

En definitiva, esta explosión de emociones que conllevan el apego y la liberación de la hormona, moldean significativamente diferentes partes del cerebro del menor, afectando en consideración su vida adulta. 

Una sola mirada

Todos hemos sufrido el rigor de una mirada de nuestra madre e incluso sabemos claramente diferenciar entre un reto o un “adelante, puedes hacerlo”. Sin embargo, sabías que eso produce una reacción a nivel neuronal que apareció la primera vez que tu madre te vio. 

Cuando por primera vez tú y tu madre sostuvieron la mirada, sus ondas cerebrales se sincronizaron y comenzaste inmediatamente tu periodo de aprendizaje. Desde que los bebés nacen hasta aproximadamente los tres años, el cerebro de estos forma cerca de mil conexiones nuevas por segundo, un ritmo que nunca más vivirás. 

Por ello, científicos de distintas universidades, encabezados por la de Cambridge en Reino Unido, determinaron que cuando una madre está feliz y mira a su hijo, ambos se envían señales de interacción neuronal, lo que en definitiva desencadena que el bebé cree patrones de pensamiento y respuesta a lo largo de sus primeros tres años de vida. 

Por esta razón, no es que hayan gestos que ‘has heredado de tu madre o padre’, en realidad, es que de pequeño los imitaste de sus rostros. Así que, es real que los hijos adoptados sí pueden parecerse físicamente a sus padres no biológicos.

Inteligente como la mamá

Cuando alguien se adjudique el honor de decir que eres inteligente como él, dile que se lo debes a tu mamá. Investigaciones desde la década del 80’ han tratado de determinar la certeza de esta afirmación, concluyendo que efectivamente el cromosoma X, que aportan las mujeres, es el desencadenante de la inteligencia en los bebés, aunque hay que aclarar que solo proporciona cerca del 45% a 55%, el restante es atribuible a factores ambientales y culturales, entre otros. 

Los extensos estudios han estimado que estos genes están vinculados con la memoria y las terminaciones nerviosas del cerebro, siendo mayormente beneficiadas las mujeres, quienes tienen el doble de posibilidades de heredar los rasgos vinculados a la inteligencia. 

No obstante, hay cuestiones más allá de factores genéticos a la hora de expresar la inteligencia. Como mencionábamos, el apego es trascendental en la vida de los hijos, siendo este un determinante para llevar a cabo juegos simbólicos, ser constantes en las tareas asignadas y manejar de mejor manera la frustración. 

Es así que, las madres que proporcionan un apego seguro están incrementando las posibilidades de avanzar en el desarrollo cognitivo de sus retoños. Incluso, como evidencia un estudio publicado en The Journal of Neuroscience, evitando el consumo de drogas, puesto que esta cercanía madre-hijo genera la producción de una molecula capaz de modificar la forma en que el cerebro responde a las sustancias adictivas.  

Así que durante este Día de la Madre celebra a la mujer que ha contribuido a tu desarrollo, te ha heredado sus genes y ha sido uno de los pilares fundamentales en tu vida. ¡Feliz Día Mamá!

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