Este 23 de abril se celebra el Día del Libro, fecha que se festeja en todo el mundo y que busca, sobre todo, fomentar la lectura, pero también defender y proteger la industria editorial y los derechos de autor.
Claramente la lectura nos permite escapar de las tensiones cotidianas, aunque cada vez más investigaciones están descubriendo algunos beneficios muy reales para la salud y el bienestar. De hecho, un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale (EE.UU.) y publicado en la revista Social Science & Medicine concluyó que leer libros puede aumentar nuestra vida útil.
Además, leer puede reducir los niveles de estrés en un 68%, incluso más que escuchar música o ir a pasear. Tan solo 6 minutos de lectura -ya sea un periódico o un libro- reducen el ritmo cardíaco y la tensión muscular, según un estudio de 2009 realizado por la Universidad de Sussex (Reino Unido).
A medida que envejecemos, nuestro cerebro se ralentiza, y las tareas cognitivas que nos resultaban fáciles, como recordar un nombre o el número de departamento de un conocido- ya no lo son tanto. Sin embargo, de acuerdo a varios estudios, la lectura podría ayudar a frenar o incluso prevenir el deterioro cognitivo. Asimismo, una investigación de Rush University Medical Center en Chicago (EE.UU.) y publicado en la revista Neurology, concluyó que la lectura y otras actividades que estimulan la mente pueden retrasar la demencia.
Por otro lado, algunas personas ven los libros como un escape del mundo real. En este sentido, un estudio de 2013 publicado en la revista Science, por ejemplo, sostuvo que las personas que leen ficción pueden tener una mejor “teoría de la mente”, es decir, la capacidad de entender que las creencias, deseos y pensamientos de las personas son diferentes a los suyos; esto es, tener más empatía.
Estos son solo algunos de los beneficios que se pueden obtener a través de la lectura, pues estos textos no solo son buen compañero de viaje para evadir y serenar, sino que también muchos libros fueron la clave del desarrollo de algunos acontecimientos históricos y ahora, en momentos de incertidumbre y crisis, la lectura adquirió protagonismo.
Nota originalmente publicada en 2021