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Día del helado: Un amor que no se derrite

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Día del helado: Un amor que no se derrite

Lejos de ser un producto de temporada, el helado se ha convertido en el postre por excelencia para los chilenos. Con un promedio de consumo por persona de hasta 9 kilos anuales, los compatriotas somos el líderes a nivel latinoamericano sobre esta delicia.

De gustos no hay nada escrito, dicen por ahí, y con esta deliciosa ambrosía, variedad hay por montón. Sin embargo, en el país hay claras preferencias indica Evelyn Sánchez, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Las Américas, “el cono de helado, de sabores como chocolate o vainilla, es uno de los más arraigados en las preferencias de los chilenos”.

Y dado que ya te antojamos una cremosa casata, en #EsHoy te traemos 4 curiosidades de este manjar de los dioses.

Curiosidades del helado

¿De dónde nace?

Sobre su invención, la historia es bastante incierta. Se cree que por el 2.000 a.C. ya existía un precursor de lo que hoy conocemos como helado, se trataba de una bola hecha con arroz, leche y especias que se enfriaban en la nieve antes de consumirla. Posterior a ello, tanto los persas como las cortes árabes en la Edad Media tenían preparaciones parecidas. Estas últimas, utilizaban nieve de las montañas para elaborar el ‘sharbat’ con frutas y especias. Es posible que de allí haya derivado la palabra “sorbete”.

A su vez, en la boda de Catalina de Medici con Enrique II de Francia en el año 1533, la futura reina consorte hizo que el cocinero hiciera esta déllicatesse de forma secreta, para tal preparación se conoce que llevaba huevo.

Finalmente, algunos años después, en 1660 el siciliano Francesco Procopio dei Coltelli, considerado como padre del helado, inventó una máquina que homogeneizaba el azúcar, el hielo y las frutas. Así se obtenía una crema helada similar a la que hoy conocemos. Procopio abrió en París el Café Procope, lugar de artistas e intelectuales, que contribuyó notablemente a la popularización del helado. Sin embargo la cumbre de su popularidad la alcanzaría a finales del siglo XVIII cuando el italiano Filippo Lenzi abre la primera heladería en Estados Unidos, recoge el restaurant Sandro Dessi de Barcelona.

Efecto felicidad

¿Sabías que cuando comemos helado nos ponemos de buen humor por una razón biológica? Así que sí, la próxima vez que estes triste come helado, porque gracias a que contiene triptófano, un aminoácido que nos calma y reduce la agresividad, acrecentando la producción de serotonina (la denominada «hormona de la felicidad»), nos ponemos más contentos.

Comida irresistible

La NASA ha confesado que dentro de los alimentos que más extrañan sus astronautas cuando hacen viajes al espacio, son precisamente los helados, tras ellos, están la pizza y las bebidas gaseosas.

Ayuda al dolor

Contrario a lo que te pudieran haber dicho cuando pequeño, el helado sí sirve para el dolor de garganta y cuando te han sacado una muela. El frío ayudará a calmar el dolor de la garganta y reducir la inflamación de una intervención dental. Sin embargo, este debe consumirse con moderación y bajo la indicación de un médico que indique si es beneficioso para cada caso en particular.

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