Este martes, tras 10 jornadas de litigio, la justicia francesa compuesta por 9 jueces, 3 magistrados y 6 civiles, condenó al chileno Nicolás Zepeda por el homicidio y desaparición de la joven japonesa y ex novia del acusado, Narumi Kurosaki, quien se le perdió el rastro en diciembre del 2016.
En efecto, el tribunal de la ciudad de Besanzón determinó que Zepeda voluntariamente diseñó la muerte de Kurosaki y llevó a cabo el macabro hecho. A la fecha, las autoridades no han podido dar con el cuerpo de la joven, información que tampoco reveló el condenado en el juicio.
Conocido el fallo, los abogados querellantes de la familia de la víctima como de su novio, Arthur del Piccolo, solicitaron indemnizaciones por el daño moral de sus representados, solicitud que fue aceptada por el tribunal.
Por tanto, Nicolás Zepeda deberá desembolsar la suma cercana a 129 millones de pesos por concepto de indemnizaciones. Según recoge La Tercera, la abogada de la familia solicitó 50.000 euros (unos 45 millones de pesos) para cada progenitor de Narumi y 40.000 euros (cerca de 35 millones de pesos) para una de las hermanas. Randall Schwerdorffer, abogado de Del Piccolo, indicó la suma de 5.000 euros (unos 4 millones) por daño moral, especificando que este dinero será donado a una asociación benéfica.
En la última audiencia, el chileno se dirigió al tribunal diciendo: “Nunca quise estar en medio del dolor de la familia de Narumi, el dolor de mi familia, mi propio dolor. No soy quien quiero ser, pero no soy un asesino. No soy el asesino de Narumi. Gracias”, expresó en francés.
El victimario
Durante los litigios, distintos profesionales consultados afirmaron sobre la personalidad narcisista que mantiene Zepeda. El psiquíatra Jean Canterino, expuso que «podemos tener la impresión de tratar con una persona que nos manipula o que intenta hacerlo». Del mismo modo, la psicóloga Clara Cavignaux situó al chileno como un «individuo muy locuaz, lo suficientemente hábil para llevar a su interlocutor a donde quiere. Marcada búsqueda de control, de sí mismo y de los demás. Tendencia a lo que se llama dominancia social».
Respecto al crimen, a palabras de Étienne Manteau, fiscal del caso, Zepeda «mató deliberadamente a su ex novia con premeditación» tras el hecho de no haber podido convencerla de retomar su relación sentimental. De esta manera, el chileno asfixió o estranguló a Narumi para luego que su cuerpo fuera sumergido en el río Doubs, señala el persecutor como «la hipótesis más probable».