Más de un tercio de los adultos mayores sufre de depresión y más de la mitad tiene actualmente trastorno de ansiedad, según los resultados arrojados en un estudio el Observatorio del Envejecimiento para un Chile con Futuro.

Entre los datos más importantes está el aumento de la depresión de un 24% a 38% entre el 2019 y el 2021, con la sintomatología depresiva más presente en mujeres con un 40%, versus en hombres con un 32%.

Mientras que el trastorno de ansiedad sufrió un aumento de 40% en 2019 a un 52% hacia el 2021, con los síntomas ansiosos creciendo por igual en hombres y mujeres. Además, se incrementó el sentimiento de soledad desde un 42% en 2019 a un 53% de adultos mayores que indicaron que se sentían solos, en 2021.

En este contexto, Roberto Concha, geriatra de la Clínica Vespucio explicó que existen tres grupos en la tercera edad, aquellos que se mantienen 100% activos con empleo, los medianamente activos, que no trabajan pero socializan con amigos y familiares, y los que están en casa postrados o semipostrados por una enfermedad, «es probablemente en el segundo grupo donde se concentran estos síntomas y los que más han sufrido, porque dejaron de asistir a encuentros de municipalidad o de ver a sus amigos, o de hacer ejercicio con gente, a diferencia de los otros dos que, probablemente, siguieron con su vida casi igual».

Soledad Herrera, socióloga y líder de este reporte, señaló al mismo medio que «el impacto tuvo mucho que ver con el confinamiento obligatorio que hubo para este grupo de edad, para el cual la autonomía es súper importante, con una carga simbólica muy fuerte sobre ser sujetos vulnerables o dependientes».

Coincidiendo en esa misma línea, el presidente de la Sociedad Chilena de Geriatría y Gerontología, Gerardo Fasce, sostuvo que estos datos no son «nada sorpresivo, porque es algo que vemos y esperábamos que ocurriera» debido a la pandemia del Covid-19 y sus restricciones, ya que uno de los factores de una buena salud mental para la tercera edad es la participación social, la cual se vio fuertemente afectada,

«El mensaje hacia ellos fue catastrófico respecto de lo que significa ser adulto mayor, con fuertes restricciones, lo cual creemos que ha repercutido. De hecho, hemos visto más casos de suicidio y más intensos», aseguró Fasce.

Pese al aumento de la depresión y la ansiedad la población mayor de 60 años tiene altas tasas de resiliencia, la cual también creció durante la pandemia, pasando de un 11,1 (2019) a un índice del 13,2 en momentos de mayor restricción como es el invierno en cuarentena en 2020. De acuerdo al reporte, muchos entrevistados tienen buenas proyecciones a futuro, pues dicen que han aprendido de este periodo pandémico.

Por último, los expertos creen que los datos dan cuenta de la necesidad de diseñar estrategias de políticas públicas, a mediano y largo plazo, para que los adultos mayores retomen la interacción social: «Urge trabajar en la educación de lo que significa la vejez para no ser edadistas, a la vez que desarrollar políticas integrales para la salud física y mental de este grupo a través de la importancia de socializar», finalizó Fasce.