La escasez hídrica continúa dejando estragos en la Región de Coquimbo. Esta vez, es la comuna de Río Hurtado la que está siendo duramente azotada por la falta de agua que no permite vivir tranquilos a los habitantes, agricultores y ganaderos.

El sector limarino, al igual que su vecino Monte Patria, debe subsistir a través de camiones aljibes que entregan agua a las familias que priorizan entre el consumo humano o el regadío de sus cosechas, lo que afecta gravemente el rubro del ganado caprino, apicultura y la exportación de frutas.

La alcaldesa de la comuna, Carmen Olivares, comentó a Radio Guayacán que la sequía afecta principalmente a quienes viven en zonas más rurales. «Hay sectores que se encuentran detrás de los cerros y que no tienen sistema de agua potable, por lo que han subsistido con agua de acarreo más de la que proviene de las vertientes. Pero hoy con la sequía, las familias deben decidir entre beber agua o usarla para el ganado».

El plan de contingencia que la jefa comunal tiene para la comuna va de la mano con los comités que se organizan en la zona para intentar resolver esta emergencia. Ella comenta que habrá una reunión con el comité, donde se tocará el tema de las profundizaciones del pozo, ya que considera que un pozo más profundo es más provechoso para extraer el agua.

«Por ejemplo, si mencionamos el sector Tabaqueros, este tiene un pozo de 10 metros, pero eso no es agua profunda. Cuando nosotros comenzamos las gestiones advirtiendo todo esto, la respuesta de las autoridades fue que no podíamos profundizar los pozos porque había riesgo de tocar una napa subterránea y romperla, perdiendo mucha agua si pasaba».

En ese mismo punto, Olivares advierte que «9 o 10 metros es muy poco profundo para un pozo, y si este no tiene al menos 15 metros, el agua no es potable» y sostiene que «esa es la negligencia del Servicio Público Regional, de que no profundiza los pozos como corresponde en el comité del agua potable. Además, tenemos el drama de redes de agua que son muy antiguas y se rompen, por ende, se pierde el agua en el trayecto y esa es nuestra realidad. Aquí yo siento que hay una deuda desde el nivel regional con los territorios rurales». señala la alcaldesa.

Falta de voluntad

Si bien la sequía es producto, en gran parte, del cambio climático y de las bajas precipitaciones que son características de la zona, la alcaldesa apunta sus dardos al gobierno regional y las poca ayuda que han enviado, pues los vecinos hurtadinos viven con la incertidumbre de que los pozos puedan secarse definitivamente. «Falta voluntad política, el gobierno se confió en los bonos y retiros, y para esta catástrofe no planearon nada, estando conscientes que a nuestra comuna llegó una pandemia y una sequía al mismo tiempo. Nosotros esperamos una medida del gobierno como la condonación de las deudas y el apoyo de las familias en general», concluye la jefa municipal.