Se acercan las fiestas de fin de año y todos se encuentran preparando el clásico regalo de navidad para esa persona especial. Ya sea una consola de videojuegos, prendas, perfumes o juguetes para los más pequeños, se espera que el regalo sea bien recibido.
Sin embargo, hay veces que el regalo no era lo que esperábamos, y la única opción para arreglar este problema es cambiarlo por otro que sea mejor o que cumpla nuestra expectativa.
En una situación como esta, ¿Qué pasa si quiero devolver un producto porque no me gusta, me arrepentí o ya no lo quiero? Según el portal web informativo del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) «la garantía legal sólo se puede ejercer cuando los productos tienen fallas que impidan su uso normal, y no por problemas de gusto personal, talla u otras razones», señalan.
Solo algunas empresas ofrecen un plazo especial o garantía voluntaria (ticket de cambio) que permite el cambio sin manifestar la causa. Cuando ese plazo es ofrecido, debe respetarse y no anula su derecho a exigir la garantía legal si el producto falla durante los tres primeros meses desde su adquisición.
En este caso, el ticket de cambio permite, por ofrecimiento voluntario de la empresa, que quien recibe el producto no vea el precio y pueda cambiarlo. Es decir, si no le gustó o no le quedó la talla, por ejemplo.
Un ticket permite cambiar el producto que compró según las políticas que la empresa ofrece y que son diferentes en cada una. El ticket de cambio además, es un documento que le permite ejercer su derecho a la garantía legal, ya que da cuenta de la compra y de las partes involucradas (proveedor y consumidor).
Si le gustó, pero…
Si el producto viene en mal estado, se debe ejercer su derecho a la garantía legal. Esto es el derecho que tienen todos los consumidores que permite, durante los 3 primeros meses desde que compró o recibió un producto nuevo, que le salió malo, solicitar que le cambien el producto por uno que sí sirva, que lo reparen gratuitamente el producto o le devuelvan el dinero. De estas tres opciones, uno elige la opción que quiera, no la empresa.
No obstante, productos de segunda selección o usados no tienen derecho a cambio ni devolución, siempre y cuando se lo hayan advertido antes de la compra. En productos de ofertas o promociones, los carteles o boletas que dicen sin cambio y devolución no valen.