Cada 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida.
La Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la discapacidad y de la salud (CIF), entiende el funcionamiento y la discapacidad como una interacción dinámica entre las condiciones de salud y los factores contextuales, tanto personales como ambientales. La promoción de un “modelo bio-psicosocial” representa un equilibrio viable entre los modelos médico y social.
El término genérico «discapacidad» abarca todas las deficiencias, las limitaciones para realizar actividades y las restricciones de participación, y se refiere a los aspectos negativos de la interacción entre una persona (que tiene una condición de salud) y los factores contextuales de esa persona (factores ambientales y personales).
Legislación Chilena
En nuestro país, la Ley N° 20.422, que establece Normas sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de las Personas con Discapacidad, define que una “Persona con discapacidad es aquella que, teniendo una o más deficiencias físicas, mentales, sea por causa psíquica o intelectual, o sensoriales, de carácter temporal o permanente, al interactuar con diversas barreras presentes en el entorno, ve impedida o restringida su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”. En resumen, deficiencia temporal o permanente, sumado a una barrera presente en el entorno es igual a discapacidad (impedimento o restricción de la participación plena y efectiva).
De acuerdo al último informe mundial sobre discapacidad realizado por la Organización Mundial de la Salud, el 15 % de la población mundial experimenta algún tipo de discapacidad, y la prevalencia de la discapacidad es mayor en los países en desarrollo. Constituyéndose así como la minoría más amplia en el mundo y la que experimenta más barreras en el acceso a la educación y al mercado laboral.
En Chile hay un total de 2.836.818 personas con discapacidad, de las cuales 2.606.914 son adultos (desde los 18 años de edad), es decir, un 20% de la población nacional de adultos tiene discapacidad. Esto, de acuerdo a lo establecido por el último Estudio Nacional de Discapacidad (2015).
Cambio de paradigma
Las cifras del último censo señalan que el 16.7% de la población de 2 o más años se encuentra en situación de discapacidad, es decir, 2.836.818 personas (INE, 2017). Esta cifra refleja que, tal como a nivel mundial, las personas con discapacidad pertenecen a un colectivo que no es menor en nuestro país y que se hace fundamental no sólo generar nuevas normativas, sino que también visibilizar sus necesidades, a través de los testimonios de sus protagonistas, para así lograr un cambio de paradigma cultural en el que se logre erradicar las miradas caritativas y los mitos en torno a la personas con discapacidad.
En agosto del presente año, se cumplieron tres años de la entrada en vigencia de la Ley 21.015 de Inclusión Laboral, la que señala que las empresas de 100 o más trabajadores(as) deben contratar, al menos, el 1% de personas con discapacidad en relación al total de sus trabajadoras y trabajadores.
La estadística muestra que más de 2 millones 600 mil personas en edad de trabajar tiene algún tipo de discapacidad. De esta forma, el impacto de la normativa es fundamental e indudablemente un avance significativo en materia de inclusión. Sin embargo, a pesar de los avances legislativos, alrededor del 50% de las personas con discapacidad en edad de trabajar, se encuentran hoy en día inactivas económicamente.