El próximo martes 16 de noviembre se inaugurará la tercera pasarela retráctil del país, en La Serena. Donde, además, siete personas con diferentes discapacidades –junto a sus acompañantes– serán las primeras en llegar sus sillas hasta la orilla de la emblemática ciudad y vivir esta aventura sobre una tabla; la primera actividad de surf adaptado que se realiza en esta zona.
Para ejecutar el proyecto ha sido fundamental el trabajo colaborativo, en la implementación de La Serena han participado Royal Guard, Escuela de Surf Poisson, Braking Boards y por supuesto el apoyo de las autoridades locales encabezadas por la I. Municipalidad de La Serena.
Muchos chilenos que tienen algún tipo de discapacidad se les cierran varias posibilidades. Una de ellas es la limitante de acceder a una playa, “hay muchas dificultades para acceder a nuestras playas, cuando las visitamos solo podemos movilizarnos por la costanera”, comenta Manuel Erica, corresponsal de una conocida radio de la comuna de Navidad que por su condición física debe andar en silla de ruedas.
Sin embargo, Manuel recibió la noticia de la inauguración de la segunda pasarela retráctil del país que le permitirá acceder a la orilla del mar con mucha alegría. “Va en directo beneficio de las personas que hasta ahora solo podíamos ver la playa desde la costanera”, comenta.
La iniciativa impulsada por Wheel the World (WTW), startup de origen chileno que hace el mundo accesible –particularmente en la industria del turismo–, se enmarca dentro del proyecto “Hacer Chile Accesible”, el que pretende generar experiencias de alto valor, que faciliten el acceso a una serie de actividades a las personas en situación de discapacidad (PeSD).
Haciendo accesible la playa
En septiembre, La playa de Pichilemu, considerada la capital del surf, fue el epicentro del turismo accesible y el destino donde la empresa implementó la primera pasarela retráctil que permite el acceso universal permanente. Esta tiene una extensión de 30 metros y fue fabricada con plástico reciclado.
Lo mismo sucedió durante octubre en la playa de Matanzas, comuna de Navidad. Lo que tiene un gran impacto para nuestro país, ya que en Chile la normativa impide construir infraestructuras fijas en las playas en lo que se denomina “área de riesgo”. Lo que obviamente ha restringido el acceso de personas con discapacidad física al mar en forma autónoma.