Es una palabra proveniente del sustantivo en inglés «ghost» que significa «fantasma» y aunque el término es novedoso, el fenómeno no lo es. ¿De qué se trata?
Por: Vannia Zárate
La búsqueda por Internet de pareja se ha intensificado durante la crisis provocada por el coronavirus. Los coqueteos virtuales y citas online han agarrado protagonismo en nuestra sociedad. Junto con esto, proliferan los depredadores emocionales a través de prácticas como el ghosting.
La palabra ghosting, que deriva de ghost (del inglés, fantasma), se refiere al término repentino de un contacto o lazo afectivo establecido entre dos personas. Este se lleva a cabo abruptamente, por lo que no se entrega ningún tipo de explicación a quien es víctima de esta práctica fantasmal.
Esta mala práctica se produce en la población más joven, principalmente, en aquellos que son menores de 30 años. Mientras que, un 65% de las personas encuestadas reconoció haber desaparecido repentinamente de algún vínculo, el 72% admitió estar en el lado opuesto, es decir, fueron “ghosteados”. Lo anterior corresponden a los resultados de un estudio realizado el año 2018 por Rebecca Koessler, investigadora de la Universidad de Western Ontario de Canadá.
¿Cuáles son las causas que detonan este comportamiento?
En conversación con #EsHoy, la psicóloga clínica, Fernanda Moreno Urrutia, sostiene que “el mundo que nos rodea permite marcharse de la vida de otra persona con mayor facilidad”. De esta manera, la profesional destaca que la práctica de ghosting puede tener múltiples motivos para efectuarse, “el temor a enfrentar situaciones conflictivas, el narcisismo, la manipulación emocional o la posición de tener que dar el cierre final a un vínculo, son las razones más habituales”, menciona.
A su vez, Fernanda indica que “este método repercute en la salud mental de una persona, pues se puede transformar en una vivencia bastante potente y dolorosa. Por ende, es una experiencia que afecta a la seguridad en sí mismo o misma, pudiendo generar cuadros de ansiedad en los que surgen constantes cuestionamientos como, ¿hice algo mal?, ¿dije algo?, ¿hay algo malo en mí? Llegando a producir, incluso, un sentimiento de abandono que impacta directamente en la autoestima”.
¿Cómo afrontar el ghosting?
“Dado que las personas crecen a un ritmo personal, hay que ser conscientes de que la capacidad de enfrentar y tomar responsabilidad ante diferentes conflictos depende de la etapa o desarrollo propio en el que nos situemos”, puntualiza la psicóloga, Makole Alcayaga.
No obstante, Alcayaga recalca la necesidad de responsabilidad afectiva al momento de establecer un vínculo con otros individuos, vale decir, “promover una buena comunicación en donde se establezcan límites y se tome consciencia de los deseos propios y ajenos”, sugiere la profesional.
Sumado a esto, Makole plantea que “se puede hacer frente al ghosting generando espacios de amor propio en los que se pueda trabajar en la seguridad y autoestima. Así, se podrá lograr la autoaceptación reconociendo el valor que se posee como persona, evitando caer en cuestionamientos equívocos”.
Por tanto, tal como menciona Alcayaga, “cada vínculo que se establece con algún individuo requiere de autoconciencia, empatía y responsabilidad afectiva. La ausencia de esta última, puede conducir a dificultades comunicacionales entre ambas partes o, también, ocasionar problemas como ansiedad, un golpe a la autoestima o, inclusive, cambios psicofisiológicos en la persona, los cuales se deben tratar con un profesional del área de la salud mental”.