Si se mantiene el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura global aumentará 2,7 grados a finales de siglo con respecto a la media de la era preindustrial, lo que provocará un aumento de la intensidad y frecuencia de fenómenos extremos, como olas de calor, sequías, inundaciones o tifones.
Este aumento se queda lejos del objetivo de no sobrepasar el incremento de 1,5 grados que impuso el Acuerdo de París, un umbral al que se podría llegar tan pronto como en los próximos 20 años. Así lo advierte el esperado último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC), que se ha dado a conocer este lunes. No superar este límite, clave para no desencadenar graves consecuencias para toda la humanidad y el resto de seres vivos, sigue siendo posible si se lleva a cabo una reducción rápida y profunda de las emisiones, señala.
El documento asegura que el ser humano ha tenido un papel «innegable» en el calentamiento de la atmósfera, el océano y el suelo, llevando al mundo a una subida de temperaturas que no tiene parangón en los últimos 2.000 años.
Cambios irreversibles
El nuevo informe también deja en claro que el calentamiento que hemos experimentado hasta la fecha ha generado cambios en muchos de nuestros sistemas de soporte planetario que son irreversibles en escalas de tiempo de siglos a milenios.
Los océanos seguirán calentándose y se volverán más ácidos. Los glaciares de montaña y polares continuarán derritiéndose durante décadas o siglos. «Las consecuencias seguirán empeorando con cada calentamiento», dijo el profesor Ed Hawkins, de la Universidad de Reading, Reino Unido.
En lo que respecta al aumento del nivel del mar, los científicos han modelado un rango probable de diferentes niveles de emisiones. Sin embargo, no se puede descartar un aumento de alrededor de 2 metros para finales de este siglo, ni tampoco un aumento de 5 metros para 2150.
Tales resultados, aunque poco probables, amenazarían a muchos millones de personas más en las zonas costeras con inundaciones para el año 2100.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Si bien este informe incide sobre las desventajas del calentamiento global, los científicos tienen más esperanzas de que si podemos reducir las emisiones globales a la mitad para 2030 y alcanzar cero emisiones netas a mediados de este siglo, podemos detener y posiblemente revertir el aumento de temperaturas.
Alcanzar el cero neto implica reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tanto como sea posible utilizando tecnología limpia y luego enterrar las emisiones restantes mediante la captura y almacenamiento de carbono, o absorberlas plantando árboles.