Este domingo 8 de agosto se celebra el Día del Niño y la Niña y seguramente muchos padres y madres aún están en la búsqueda del regalo perfecto para los más pequeños de la casa.
En el mundo de los juguetes es común la presencia de productos y publicidades dirigidos de forma específica y diferenciada, recalcando muchas veces el rol de madre y dueña de casa en el caso de las mujeres y de jóvenes aventureros o ingenieros en el caso de los hombres.
“Es momento de despojarnos de esa idea errónea de estas divisiones innecesarias, sobre todo, en la niñez”, comenta a #EsHoy la psicóloga educacional, Andrea Rojas.
En esa misma línea, la profesional señala que “es importante que nos propongamos, en general, criar sin estereotipos de género. Entender que no existen colores, juguetes, actividades para un sexo o género en específico”.
Rojas resalta la importancia de que los padres pongan a disposición todo tipo de materiales de juego sin plantearse si son de niñas o niños. “Creo que darle la libertad a nuestros niñes les permite abrir un enorme abanico de posibilidades respecto a su futuro, a no limitar su potencial”, sostiene.
La activista de la Rebelión del Cuerpo explica que “por ejemplo, un niño jugando con muñeca puede significar que se convierta en un padre cariñoso y presente, o una niña jugando con bloques puede significar una futura ingeniera, arquitecta o constructora. Para mí, puede ser el camino a un futuro que puede ser más amable para todos y todas”.
El rol de los juguetes en la educación
Jugar es una actividad universal que trasciende categorías de género, pues es una instancia en donde los niños descubren el mundo y dejan volar su imaginación respecto de lo que pueden ser “cuando grandes”.
“Los juguetes son en la niñez un importante transmisor de cultura, promotor de construcciones sociales y la mayor forma de aprendizaje en esa etapa evolutiva”, manifiesta Rojas.
La profesional reiteró que “cuando continuamos con esta idea sexista respecto a las cosas en general le enviamos un mensaje, le asignamos roles y le mostramos un camino predeterminado a seguir, vale decir, limita su potencial”.
No obstante, los juguetes no son lo único que puede producir un problema. A lo anterior se suma “la educación sexista en las escuelas, la publicidad, los medios de comunicación masivos, las películas, series, etcétera. Podemos entender que socialmente se subordina todo el tiempo a la mujer”, plantea la activista de la red feminista de Chañaral.
Ideas para evitar los regalos sexistas
En #EsHoy tenemos claro que es un día para celebrar, pero también consideramos que es una oportunidad para reflexionar en los estereotipos que hay detrás de ciertos juguetes o productos.
En este contexto, la psicóloga Andrea Rojas propone “regalar algo siempre con amor, y eso debe implicar conocer a esa otra pequeña persona. Por ejemplo, cuando le regalamos algo a un amigo o amiga siempre pensamos en lo que le va a gustar, entonces debemos pensar así cuando pensemos en que regalarle a un niño o niña”, reflexiona.
Andrea enfatiza que se debe “abandonar todo lo que la publicidad nos ofrece y centrarnos en los gustos e intereses. Es una práctica muy linda, cuando regalamos algo según los gustos personales del otre le estamos diciendo ‘te escucho’, ‘te valoro’, ‘te acepto’, etcétera. Si no conocemos tanto a ese otro niño o niña puede ser una posibilidad presentarle un regalo que le ofrezca explorar actividades o gustos que no conoce, los invita a conocer más allá de esa publicidad que también les llega a ellos y ellas”.
Por último, la profesional que se ha desempeñado y especializado en el área educacional sugiere “hacer un regalo que pueda desarrollar, por ejemplo, el gusto por la lectura, por el aprendizaje, que los ayude a trabajar su autonomía, a que crezca su curiosidad, que aumente su creatividad, que los estimule cognitivamente y que los acompañe en su desarrollo socioafectivo. Hoy el mercado ofrece una gama importante de juegos en torno a todo esto, sobre todo emprendimientos”, resalta.
Lo importante es que niños y niñas sean siempre libres de escoger, permitirles a que no asocien el juguete con el género, sino solo con la felicidad y el bienestar que éste le trae.