Los vínculos del religioso con poderosas figuras de la política y empresariales hicieron que sus delitos fueran encubiertos por varias décadas.
Este lunes se informó el fallecimiento del ex sacerdote Fernando Karadima, quien fue expulsado de la Iglesia católica por cometer delitos sexuales cuando ejercía como párroco de la Parroquia de El Bosque en Providencia.
Las causas de su deceso aún no han sido reveladas. A inicios de junio había sido trasladado hasta el Hospital Clínico de la Universidad Católica por problemas cardíacos, debiendo esperar por una cama debido al colapso generado por la pandemia.
Karadima se convirtió en los últimos años en la figura icónica de los abusos sexuales al interior de la Iglesia católica chilena, dando inicio a una crisis de legitimidad que hasta hoy afecta a la institución.
Murió sin ser sentenciado
En 2010, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo denunciaron por primera vez en medios de comunicación los vejámenes sufridos a manos de Fernando Karadima en la parroquia de El Bosque, en la comuna de Providencia.
Una revelación que caló hondo en los cimientos del catolicismo y que dio pie a una investigación canónica que terminó por expulsarlos del sacerdocio en 2018.
Su condena además incluía retirarse a una vida de oración y penitencia. Pues, judicialmente se determinó que sus delitos estaban prescritos, razón por la cual jamás recibió castigo en la justicia pese a las reiteradas y graves denuncias en su contra.