Cada año, se detectan más de 3 mil nuevos casos en nuestro país. En medio de la pandemia, el Hospital de La Serena hizo un fuerte llamado a la conciencia sobre este importante problema de salud pública, cuyos síntomas podrían confundirse con los del COVID-19.
Si bien hoy en día todo nuestro mundo gira en torno al Coronavirus, existe otra olvidada enfermedad que circula entre nosotros sin percatarnos de ello. Se trata de la tuberculosis, una patología altamente contagiosa que pese a lo que muchos de nosotros pudiéramos creer, no se ha erradicado ni en Chile ni el mundo.
Y es que pese a los numerosos esfuerzos que se han realizado a nivel internacional, no se ha podido poner punto final a esta milenaria epidemia. Incluso, a lo largo de la crisis sanitaria, la realidad se ha vuelto cada vez más preocupante. Según el consorcio global End TB Partnership, durante los 12 primeros meses de crisis sanitaria, se retrocedió unos 12 años en el progreso de la lucha contra esta afección.
Carlos ha podido comprobar ello en primera persona, ya que ha vivido en carne propia las consecuencias de la tuberculosis. En plena emergencia por COVID-19, recibió la impactante noticia. “Me enteré porque me tomaron un scanner por otra enfermedad a principios de diciembre. Lo tomé mal, me sorprendió porque pensaba que era una enfermedad que estaba erradicada y que estaba súper mal vista”, relató este hombre de 41 años.
Si bien haber diagnosticado y tratado a tiempo su enfermedad, le permitió recuperarse de esta patología, no muchos corren con la misma suerte que Carlos. De hecho, en nuestro país, unas 210 personas mueren al año producto de esta patología y se suman al 1 millón 700 que lamentablemente pierde la vida a nivel mundial.
“Esta es una infección que está presente y con la pandemia ha disminuido mucho la posibilidad de pesquisar nuevos casos. Las estadísticas indican que la detección ha bajado en un 15%, si eso lo llevamos a personas, equivale a unos 470 pacientes infectados que no estamos encontrando a nivel nacional”,explicó la doctora Catalina Moyano, médico internista del Hospital de La Serena y referente del Programa de Tuberculosis de la Región de Coquimbo.
En tanto, María Cecilia Gómez, enfermera del hospital serenense y encargada del Programa de Tuberculosis, destacó que“esta enfermedad jamás ha sido eliminada en el mundo. En nuestro país existe la falsa creencia de que no hay tuberculosis y eso no es así. Hoy en día, no hay que olvidarse de que donde uno piensa que puede haber sintomatología de COVID, quizás realmente hay síntomas de esta otra infección. Entonces, tanto los equipos de salud como la población, debemos unirnos para sospechar que sí puede existir y así, detectarla y tratarla oportunamente”.
La Organización Mundial de la Salud indica que desde el año 2000, se han salvado más de 49 millones de vidas en el mundo gracias a la detección temprana de esta enfermedad. PERO ¿CÓMO DETECTARLA A TIEMPO? Toda persona que presente síntomas atribuibles a tuberculosis o que tenga sospechas de ello, puede acceder a la llamada baciloscopia en cualquier centro de salud del sistema público, independientemente de su previsión. Este examen es completamente gratuito, muy simple, rápido e indoloro.
“Se le entrega al paciente las instrucciones para que pueda expectorar, después de una inspiración profunda. La muestra se deposita en una caja con tapa rosca que se cubre, se envía al laboratorio y en menos de 24 horas, se tiene el resultado para hacer un diagnóstico preciso que tiene tratamiento”, detalló la enfermera Cecilia Gómez.
Por su parte, la médico internista subrayó que “la baciloscopia la puede hacer cualquier funcionario de la salud y no es una hora que necesiten pedirla con un médico. El examen lo pueden pedir otros profesionales también, como un kinesiólogo por ejemplo” y desde su experiencia, Carlos agregó que “es demasiado fácil acceder tanto al diagnóstico como al tratamiento. Uno va a hacerse gratuitamente el examen en el consultorio más cercano a su domicilio y si sale el resultado positivo, le entregan los medicamentos. Todo gratis”.
¿CÓMO SE CONTAGIA Y CUÁLES SON LAS SEÑALES DE ALERTA?
La también denominada TBC es una infección sumamente contagiosa que afecta principalmente los pulmones y es causada por la bacteria “Mycobacterium Tuberculosis” o Bacilo de Koch, que se transmite a través del aire, cuando una persona enferma tose, estornuda o habla y expulsa gotitas que luego, pueden ser inhaladas por otra persona sana.
“Si lleva tosiendo más de 10 a 14 días, ya no es algo normal, si baja de peso inexplicablemente, le duele el pecho, tiene sudoración y cansancio nocturno, fiebre, le aparecen ganglios en el cuello y/o en las axilas o pierde el apetito espontáneamente debe estar alerta porque son síntomas de alarma para esta enfermedad”, señaló la especialista en medicina interna.
Si usted presenta alguno de ellos, acuda a su consultorio o centro de salud más cercano y pida realizarse el examen que permitirá proteger su salud, la de su familia, la de sus seres queridos y la de toda su comunidad, ya que la tuberculosis puede tener devastadoras consecuencias, especialmente en personas mayores o aquellas que tienen afecciones que debilitan el sistema inmune, como COVID-19, diabetes, cáncer, VIH, adicción al alcohol o drogas, entre otras.
“Esta es una enfermedad que deja muchas secuelas cuando se trata tardíamente. El pulmón a veces hay que sacarlo porque se llena de cavernas, existe insuficiencia respiratoria y el bacilo puede irse también a otros sitios, como las meninges, el sistema nervioso central o renal, por lo tanto, puede ser mortal”, enfatizó la enfermera del Hospital de La Serena.
La doctora Moyano puntualizó que “suele generar mucha desnutrición, exponiendo a la persona a otras infecciones y a daños neurológicos por pérdida de musculatura, haciendo necesaria la rehabilitación, es similar a lo que vive un paciente con COVID. Sin tratamiento, esta enfermedad puede llevar a la muerte, pero un paciente que lo pesquisamos tempranamente y hace su terapia, puede que no quede con ninguna secuela”.
UN LLAMADO A LA CONCIENCIA DESDE EL HOSPITAL DE LA SERENA:
Frente a este complejo panorama, el Hospital de La Serena hizo un fuerte llamado a la población a permanecer atenta a los síntomas de alerta y detectar a tiempo esta enfermedad mediante la baciloscopia. Así como también, busca motivar a los equipos de salud, a que pese a la pandemia, continúen con la pesquisa activa de casos sospechosos. “Si buscamos COVID, también podemos detectar TBC, el diagnóstico oportuno es fundamental para controlar esta epidemia, si no la buscamos, no la vamos a encontrar, pero si la pesquisamos, vamos a hacer un tratamiento 100% efectivo”, manifestó la enfermera del recinto asistencial serenense.
La doctora Moyano confesó que “la mayoría de los pacientes llegan y dicen ´¿pero cómo voy a tener tuberculosis?´, se sienten avergonzados. La gente piensa que ya no existe, que es una enfermedad rara, que no deberían padecer y que por lo tanto, no están expuestos a ella. Ahora con la pandemia, todo paciente que tose es sospecha de COVID hasta que se demuestre lo contrario, entonces eso ha ido perjudicando el diagnóstico de la TBC”.
A sólo días de haber sido dado de alta, Carlos expresó que “la enfermedad sí existe. Todos pensábamos que se había erradicado y no es así. Tengan cuidado, uno a veces es muy confiado y se puede contagiar tomando del vaso de otra persona o compartiendo un cigarro, así de simple. Los llamo a que seamos más higiénicos, que las cosas sean de uso personal, uno está acostumbrado a estar compartiendo y eso es riesgoso. Hay que estar atento a cualquier cosa que encontremos distinta en nuestro cuerpo y salud, ir al médico y hacernos los exámenes”.
LA TUBERCULOSIS EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS:
Hoy más que nunca resulta vital cuidarse de esta antigua patología, ya que una persona que presenta simultáneamente Coronavirus y tuberculosis tiene tres veces más probabilidades de fallecer.
Lamédico referente del programa de tuberculosis, sostuvo que la TBC “podría exponer al paciente a que también contraiga Coronavirus, el que se desarrollará compleja e invasivamente y aumentará la posibilidad de requerir hospitalización en una Unidad de Paciente Crítico. Si la persona se contagia primero de COVID, la inmunidad cae y puede reactivar una tuberculosis latente. La presencia de ambas nos jugaría muy en contra para salvar vidas, perjudicando la función pulmonar, aumentando la dependencia de oxígeno y haciendo más posible la necesidad de intubación y ventilación mecánica”.
Además, la facultativa afirmó que “en este momento, todo es COVID y por eso, la gente se toma el PCR, suspiran, descansan y piensan que no tienen nada y se van tranquilos, pero esa es la oportunidad para tomar el examen y si está positiva la persona para TBC, partir el tratamiento de inmediato. No hay que asumir que toda PCR negativa indica que el paciente está sano porque puede perfectamente no estarlo y tener tuberculosis”.
Y ¿CÓMO PREVENIR?
Para prevenir la tuberculosis es fundamental mantener una buena higiene respiratoria, “al toser o estornudar taparse la boca, lavarse las manos frecuentemente y usar mascarilla es muy importante también. Si la persona sabe que lleva una semana o más tosiendo, hizo un tratamiento y no se le pasa, no considerar siempre que puede deberse a un cuadro alérgico o a que hace mucho frío. Es importante consultar a su debido tiempo y pensar también en los otros, en la comunidad, porque puede infectar al resto”, comentó Moyano.
“A veces, nuestros hábitos o nuestra higiene respiratoria no son los mejores, entonces estamos expuestos a contagiarnos. De hecho, un cuarto de la población mundial vive con el Bacilo de Koch sin saberlo porque esta bacteria contagia pero puede no enfermar, si existen buenas condiciones del sistema inmune, pero si estoy en otra situación inmunitaria, se puede detonar”, finalizó Gómez.