Como un grave retroceso en materia ambiental y un revés para las comunidades locales, la ciencia y la institucionalidad calificaron desde Alianza Humboldt el fallo del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta. La resolución del tribunal determinó anular el rechazo del Comité de Ministros y de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de Coquimbo, por lo que deberá volver a la instancia de decisión política.
La Directora Ejecutiva de Oceana, Liesbeth van der Meer, afirmó que “no podemos dejar que el desarrollo del país siga cimentándose en el corto plazo, a costa del medio ambiente, es algo contraproducente cuyos efectos ya hemos visto en las zonas de sacrificio a lo largo del país, donde el perjuicio es irreversible y ha causado la pérdida de empleos derivados de actividades como la pesca, el turismo y ha dañado a la salud humana producto de la contaminación generada por la industrialización de áreas que fueron altamente productivas. Hipotecar el futuro de algunas comunidades para privilegiar a otras no es la opción” puntualizó.
Por su parte, Matías Asun, director de Greenpeace en Chile, manifestó que “lo que ha ocurrido pone de manifiesto un problema estructural, pues un proyecto rechazado dos veces por ser técnica y ambientalmente nefasto siga a flote, luego de una campaña millonaria de presión y lavado de imagen. Pone, además, al gobierno de Sebastián Piñera a decidir sobre el proyecto de un conocido cercano al presidente para optar si quieren preservar o destruir la riqueza ambiental y social de esas costas”.
Desde la Defensoría Ambiental, la abogada Alejandra Donoso -que representa a comunidades de la zona- señaló que “es lamentable” la interpretación que hizo el Tribunal Ambiental del ordenamiento jurídico ambiental pues “no se hace cargo de la magnitud del impacto que podría generar Dominga de llevarse a cabo, ni de la capacidad de regeneración de la naturaleza frente a tal mega impacto”. Además, sostiene que la gravedad del fallo recae, igualmente, en que se “desobedece lo ordenado por la Corte Suprema anteriormente y por ese motivo lo que corresponde es recurrir ante ella para que defina si esta sentencia que se desentiende de la orden del tribunal superior, se ajusta o no a Derecho”.
La directora de la Fundación Terram, Flavia Liberona, explicó que “es urgente un ordenamiento de la zona costera y establecer áreas en las cuales no se puede ni debe intervenir con proyectos contaminantes, industrias extractivas, mega puertos u otras actividades que amenazan valiosos ecosistemas que deben permanecer sanos para paliar los efectos del cambio climático que ya estamos viviendo”.
El asesor ejecutivo de Mission Blue, Max Bello, agregó, en tanto, que “en innumerables ocasiones, destacados científicos han señalado que el Archipiélago Humboldt debe protegerse y que cualquier accidente que ocurra en el lugar provocaría un daño irreversible”.
Desde Alianza Humboldt sostuvieron en que este fallo da cuenta de las debilidades que presenta la institucionalidad ambiental en Chile, considerando que la Corte Suprema ya había ordenado al Tribunal Ambiental de Antofagasta fallar respecto de lo técnico y lo ambiental, algo que finalmente no ocurrió.
Se espera que en los próximos días los abogados de Alianza Humboldt presenten recursos de casación a la Corte Suprema buscando revertir el fallo del Tribunal Ambiental.
Cabe señalar que Alianza Humboldt está formada además por las organizaciones Oceana, Greenpeace, Sea Shepherd, Parley, Chao Pescao, Fundación Terram, Chile Sustentable, ONG FIMA, Defensoría Ambiental, Geute, Mission Blue, Ecosistemas, Fundación Jane Goodall, Ayni, Chinchimén, Fundación Relaves, Aula de Mar, Panthalassa, Codesa y Cverde; junto a agrupaciones de la zona en conflicto coordinadas a través de Alianza Humboldt CoquimboAtacama, la cual está compuesta por Defensa Ambiental IV Región, MODEMA y Sphenisco, y otras 90 organizaciones regionales.
FOTO: MAICKOL BARRERA | @CA.CHALOTE