Hace seis décadas, la Unión Soviética logró asestar un triunfo en la carrera espacial sobre Estados Unidos, cuando el astronauta Yuri Gagarin, se transformaba en el primer ser humano en realizar un viaje al espacio exterior.
Con tan solo 27 años de edad, Garín pasaba a la historia por su hazaña, dejando una huella en la exploración espacial tripulada. A bordo de la cápsula Vostok 1 el cosmonauta orbitó la Tierra por 108 minutos antes de realizar un aterrizaje perfecto en la región de Saratov en la Unión Soviética. Convirtiéndose así en un héroe nacional y recibió la condecoración Orden de Lenin.
Mientras se encontraba en órbita debía realizar algunos experimentos, beber, comer y escribir. Para registrar su vivencia en el espacio poseía una grabadora a bordo en la que registró uno de sus pensamientos “Pobladores del mundo, salvaguardemos esta belleza, no la destruyamos», mientras orbitaba.
Sin embargo, cuando realizaba la reentrada a la atmósfera terrestre, el astronauta veía llamas fuera de su cápsula espacial y se preparó para un desenlace fatal, su voz pronunció las siguientes palabras “Estoy ardiendo, Adiós, Camaradas”, pero lo que observaba era la nube de plasma que envolvía a la nave durante su reingreso a la Tierra. Había considerado esta posibilidad antes de emprender esta travesía por lo que dejó una carta de despedida a su esposa en caso de no lograrlo, la cual fue entregada siete años después, cuando este piloto sufrió un accidente de avión en el que perdió la vida.
En el primer aniversario del día de la cosmonáutica en Rusia, este astronauta realizo un mensaje para la celebración del cual se puede extraer “El vuelo de la nave soviética “Vostok 1” no solo abrió una nueva era en la exploración espacial, sino que fue el heraldo de la paz y la buena voluntad de los pueblos de nuestra patria, que construyen el comunismo, hacia todos los pueblos de la Tierra”.