La noche de este domingo, el ministro secretario general de gobierno, Jaime Bellolio, se refirió a la marcha atrás que tomó el Ejecutivo frente a la restricción de los cultos religiosos en Fase 2, todo ello, impulsado por un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal de Chile y aludiendo a que no existen razones científicas para su no realización.
En una semana marcada por la alza sostenida de casos, las autoridades de salud decidieron tomar nuevas medidas para frenar este aumento, entre ellas, la restricción de actividades sociales en Fase de Transición, lo que incluía los cultos religiosos.
Ante esta decisión, los Obispos de la Iglesia Católica manifestaron que “resulta incomprensible y falto de racionalidad el criterio utilizado por la autoridad en su definición de las nuevas medidas para el Paso 2”, donde agregan que solicitaron una mesa de diálogo con todas las confesiones para que “permita llegar a normas y disposiciones que no contradigan la libertad religiosa”.
Finalmente, desde el Gobierno echaron pie atrás a la determinación y permitieron las realizaciones de actos religiosos en lugares cerrados pero con aforo reducido.
En esta línea, el ministro fue consultado respecto a la recomendación que hizo el Colegio Médico y diversos expertos sobre restringir las reuniones sociales, a lo que sus dichos desataron una polémica en redes sociales:
“Yo no he escuchado ningún… no he visto ningún papers científico que diga que eso pasa en las misas o en otros ritos religiosos (…) La espiritualidad de las personas no es algo a minimizar, es algo que es muy importante en términos de la salud mental”.
Por tal razón, en #EsHoy quisimos investigar si existe evidencia científica que avale o rechace los argumentos del ministro de Estado.
La transmisión
Una de las cosas más importantes que han recalcado los especialistas es que el contagio del Sars-CoV-2 se da por aerosoles, esto quiere decir que, se genera a partir de la expulsión de diminutas partículas líquidas desde la nariz y boca, con acciones como respirar, toser, hablar, estornudar, cantar y gritar.
A diferencia de lo que se pensaba al inicio de la pandemia, donde limpiar y desinfectar superficies resultaba óptimo, se ha descubierto que el contacto no es una vía de transmisión del virus.
José Luis Jiménez, doctor y profesor de química y ciencias ambientales de la Universidad de Colorado y firmante de una carta estadounidense donde le exponen al presidente Joe Biden lo primordial que resulta la ventilación para contrarrestar los efectos del Covid-19, expresa que en definitiva, la transmisión por aerosol es igual que estuviéramos inhalando un ‘humo invisible’.
“Es muchísimo más difícil contagiarse en exteriores que en interiores (…). Por eso hay que hacer todo lo que se pueda al aire libre”, sostiene el científico.
Contagios religiosos
El Centro para Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) publicó una investigación sobre el alza de casos que detonó una iglesia en Arkansas durante marzo del 2020. Allí, se detalla que en un culto de 92 asistentes, 35 de ellos fueron confirmados como positivos y tres murieron, siendo el grupo etario más afectado entre los 19 y 64 años y teniendo como primeros contagiantes a dos personas sintomáticas que luego dieron positivas.
Pero este no es el único caso, en abril del año pasado, aproximadamente 5.212 pacientes de coronavirus estuvieron relacionados a un brote en la iglesia de Shincheonji de Corea del Sur. Por otro lado, en Francia, una reunión de la ‘Église Porte Ouverte Chrétienne’, celebrada en febrero del 2020, desencadenó una expansión del virus en el territorio galo, incluyendo países aledaños como Suiza, Bélgica y Alemania.
Bajo esta misma línea, la Asociación de Medicina Americana (AMA), en diciembre, publicó un artículo titulado “5 razones por las que los servicios religiosos presentan un alto riesgo de propagación de COVID-19”, donde exponen que: los brotes están mayormente relacionados a espacios cerrados. A su vez, en promedio, los grandes grupos tienen más personas infectadas y más personas que potencialmente puedan infectarse. La larga exposición y permanencia en un solo lugar crea un mayor riesgo de infección; Frente a la cercanía, las gotas de Sars-CoV-2 viajan a más de 6 pies (1.8 metros), por lo que, la comunidad científica no está de acuerdo sobre qué es una “distancia segura”. Y, por último, hablar y cantar en voz alta expulsa significativamente más gotas de líquido oral que hablar normalmente, advirtiendo que estas gotas pueden mantenerse en el aire entre ocho a catorce minutos antes de evaporarse.
Por otro lado, cabe destacar que la presidenta del Colegio Médico de Chile, Izkia Siches, también expresó su parecer frente a las modificaciones del Plan Paso a Paso, señalando que “es necesario lograr coherencia en el #PlanPasoaPaso para que nos haga sentido a todos y todas desde lo productivo, lo religioso y las libertades individuales. «Si quieres que respeten las normas… debes hacer normas respetables » ».
