Hace tiempo que varias mujeres se han atrevido a contar su historia al ritmo del rap, denunciando la discriminación que ven diariamente hacia ellas. Una de las que destaca en esta escena es Garzía, artista española que reside en Chile desde el 2016, sin embargo, antes de arribar a nuestro país suma a su currículum paso por México e Inglaterra, donde ganó distintos festivales y galardones.
La madrileña cuenta con un repertorio lleno de canciones que hablan de lo que pasa, de lo que ve en la calle, y principalmente, denuncia todo tipo de discriminación, xenofobia y la desigualdad, combinando letra y ritmo para decir algo que merece ser escuchado.
En una entretenida entrevista remota, #EsHoy conversó con esta mujer, dueña de un gran talento y personalidad, sobre su trayectoria y todo lo que tiene para entregar artísticamente y en el ámbito social.
- Tuviste la oportunidad de llevar tu música a distintos países y destacar en cada uno de ellos, ¿por qué decides venirte a Chile?
“Yo llevo tratando con gente chilena de hace más de 12 años, entonces me fui nutriendo de su cultura y me di cuenta que en este país hay mucha diversidad artística, siempre apuntan a todo tipo de género y edades, es muy abierto en ese sentido. Además, hay buenos exponentes y me gusta que haya mucho nivel. Aparte, España no es un país que tenga mucha cultura urbana, es muy cerrada, más conservador, más clásico”.
- Durante todo lo que llevas de carrera has ido innovando en tu música, ¿cuáles han sido los cambios más significativos en tu música y cómo valoras esta evolución?
“La verdad es que la esencia del mensaje siempre ha sido la misma. Aunque el otro día escuchaba una canción de hace 10 años y me di cuenta que ha cambiado el flow, la forma de transmitir las cosas, la creatividad melódica (…) Al principio no se daba y ahora todo fluye. Mi objetivo siempre es buscar captar la atención de la gente de manera transversal por eso busco innovar en los distintos ritmos para acompañar mi rap.
En cuestión de letras siempre ha sido la lucha, la humildad, corazón, respeto a la mujer. Siempre me he dado vuelta en esos mensajes, pero la forma de la música es lo que más ha evolucionado. También ahora hago letras más directas, sin tanta poesía y tan rebuscada. Lo importante es que la gente te entienda”.
- ¿Qué significa el rap para ti?
“Para mí el rap es un desahogo personal que luego la gente se puede sentir o no identificada, pero siempre narro cosas mías. Todas las canciones son sobre mi vida, unas son más crudas y otras más divertidas (…) yo soy una persona común entonces la mayoría se puede sentir identificada.
Yo nací en un ambiente donde pensaba que el rap era solo críticas o que se estaba en contra de todo, pero luego dije para que hacerlo si yo no soy así, no tengo porque representar algo que no soy”.
- El propio rap ha reflejado en su cultura esa desigualdad, y es escasa la presencia femenina en este estilo, ¿cómo es ser mujer en el mundo de la música?
“¡Uff! Es muy machista, en el sentido de que todavía hay muchos más artistas hombres en los eventos. Por otro lado, a mí me han pasado cosas desagradables, tipo acosos y cosas así. Eso es muy feo y asqueroso”.
- Entre tus temas más destacados se encuentra: “Somos guerreras” y “Basta”, esta última un verdadero himno de las mujeres maltratadas. ¿Qué representa para ti abordar esta temática?
“Bajo mi experiencia, debo decirle a las mujeres que son capaces de salir adelante sin la necesidad de tener alguien al lado, si alguien les hace creer que eres muy dependiente de otro es porque les será muy difícil salir de ahí, ahí empiezan los golpes, y creen que sin él no son nadie.
Uno primero tiene que valorarse así misma, el chip tiene que cambiar, por eso con esta canción (Basta) digo que corran hacia la salida y también les recuerdo que hay hombres buenos, dispuestos a amar, a valorar porque nadie es igual a nadie”.
- ¿Cómo recibe el público femenino tus canciones?
“Les encanta, hay personas a las que mi música les traspasa el corazón y las hace sentirse identificada. Cuando las canto en directo puedo comprobar que les causa (…) al término del show me van a abrazar, comentar y todo eso me llena y me tira pa’ arriba, esa es mi mayor recompensa”.
- En el resto de tus canciones hablas sobre el bullying, la xenofobia y todo lo que tenga relación con la tolerancia entre los seres humanos. ¿De qué manera tu rap incide en la lucha contra estas problemáticas?
“Yo hago talleres en colegios en la Región de Valparaíso a través del INJUV y abordamos estos temas, sobre todo la xenofobia, los celos en el pololeo y bullying. Todos estos conversatorios están basados en mi experiencia.
El bullying que sufrí cuando niña fue muy fuerte, todavía los mayores no se tomaban muy en serio este tema. También fui víctima de acoso escolar, me pegaban, me insultaban, me ponían apodos muy fuertes, no tenía a nadie, me acusaban hasta que hacía magia negra. Yo fui muy fuerte, pero hay muchos niños que no lo son y se quintan la vida.
Los profesores y los padres deberían apoyar a los niños desde el minuto uno y no ignorar estas terribles situaciones porque te dicen tantas cosas que hasta te los terminas creyendo”.
Andrea Molina García, más conocida como “Garzía”, ganó muchos concursos de talentos en su natal España, los cuales le permitieron grabar y producir sus primeras canciones, pero también que sus padres se dieran cuenta que estaba hecha para grandes cosas, según contó la rapera.
